COMPETENCIA DE ATENCIÓN

29 octubre, 2021

Las redes sociales ¿te quitan el tiempo destinado a estudiar la Biblia?

Hace unos días, abrí la opción de “Caja de preguntas” en mi cuenta de Instagram para preguntar: “¿Cuál es el máximo obstáculo a la hora de dedicar tiempo a Dios?” Y una de las tres principales justificaciones respondidas fue la siguiente: “El uso del celular y las redes sociales, con la distracción o la falta de concentración que esto genera”.

¡Estamos en problemas! Sabiendo que “el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8), no podemos darnos el lujo de permitir que un uso no responsable de nuestro celular haga de nosotros una presa fácil por separarnos de Dios.

Y permíteme resaltar esto nuevamente para que no haya malentendidos: No estoy diciendo que el uso del celular sea el problema. Esto no tendría lógica, ya que este ha sido una herramienta de bendición durante la Pandemia y en la predicación del evangelio.

El problema está en el uso no responsable del celular. Y es en eso que estoy orientando el presente artículo.

Las respuestas que obtuve de personas como tú por Instagram, donde expresan esa competencia de atención que existe entre su momento con Dios y su celular, son un reflejo de lo que nos muestran las estadísticas. Permíteme mencionarte algunas de las respuestas de forma general, referentes a lo que hace y cómo emplea su tiempo una persona promedio:

  • Recibe alrededor de 63 notificaciones al día. Esto equivale a una cada 15 minutos durante las horas que estamos despiertos.
  • Revisa su celular un promedio de 150 veces al día.
  • El 74 % tiene el hábito de tomar su celular en el momento que están aburridos o sin nada para hacer.
  • Pasa alrededor de cuatro horas por día con el celular.

¿Sabes cuál es el dato que más me sorprendió? Que estudios demuestran que nuestra capacidad de concentración no solo se ve afectada cuando estamos utilizando el celular, sino además nuestra capacidad de atención también se ve afectada por el solo hecho de tener el celular a la vista, aunque no lo estés tocando.

La pregunta es: ¿Qué podemos hacer al respecto? La respuesta es: Necesitamos realizar una desintoxicación digital. Entonces, emerge otro cuestionamiento: ¿Cómo lo hacemos? En el próximo número de la Revista Adventista trataremos esta temática en esta sección. Así, nos referiremos a una “desintoxicación digital guiada”, que constará de una serie de simples y prácticos pasos que te ayudarán a tener una relación más responsable con tu celular. El objetivo es lograr que este aparato sea una herramienta, un instrumento, y no un obstáculo, en tu crecimiento espiritual.

Pero, por hoy, quería primeramente generar una conciencia sobre lo que nos está sucediendo; y digo “nos está” porque yo también soy víctima de esta situación. El primer paso para realizar un cambio es reconocer la necesidad de esto.

Así que, quiero invitarte a que en este día y durante esta semana tengas una relación intencional con tu celular, a fin de que puedas concientizarte sobre todo esto que fuimos aprendiendo, en tu propia experiencia. Porque Jesús, en Juan 8:32, dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Te pregunto: ¿Cómo conoceremos la verdad? ¿Cómo seremos libres, si no podemos concentrarnos en conocerla? Te espero en la próxima entrega para nuestra desintoxicación digital guiada.  

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