EL LIBRO DE LOS LIBROS

22 septiembre, 2020

En el mes de la Biblia, recordamos los maravillosos beneficios de su lectura.

La Biblia es del más alto valor porque es la Palabra del Dios viviente. De todos los libros del mundo, es el que merece más estudio y atención, porque es sabiduría eterna […]. 

Sin ella, quedaríamos reducidos a hilvanar meras conjeturas y fábulas acerca de lo que ocurrió en el remoto pasado. Nos revela al Creador de los cielos y de la Tierra, así como el Universo que él trajo a la existencia; y derrama una luz gloriosa sobre el mundo venidero […]. 

La Biblia es un campo en el cual están escondidos tesoros celestiales, que permanecerán ocultos hasta que, por diligente trabajo de minero, sean descubiertos y sacados a la luz. La Biblia es un estuche que contiene joyas de inestimable valor, que deben ser presentadas en forma tal que se vean con su brillo intrínseco. Pero la belleza y la excelencia de estos diamantes de verdad no son discernidas por el ojo natural. Las cosas hermosas del mundo material no se ven hasta que el Sol, disipando las tinieblas, las inunda con su luz. Así sucede también con los tesoros de la Palabra de Dios: no son apreciados hasta que son revelados por el Sol de justicia […].

La Biblia contiene un sistema sencillo y completo de teología y filosofía. Es el libro que nos hace sabios para la salvación. Nos habla del amor de Dios según se revela en el plan de la redención, impartiendo el conocimiento esencial para todos los estudiantes: el conocimiento de Cristo […].

No solo nos ha revelado Dios la doctrina de la Expiación, ofreciendo la esperanza de vida eterna, sino también sus palabras son maná del cielo para que el alma se alimente y reciba fuerza espiritual. La Biblia es la gran norma de lo bueno y de lo malo, que define claramente el pecado y la santidad. Sus principios vivos, corriendo por nuestras vidas como hilos de oro, son nuestra única salvaguardia en la prueba y la tentación […].

Las Sagradas Escrituras eran el estudio esencial de las escuelas de los profetas, y deben ocupar el primer lugar en todo sistema educativo. Porque el fundamento de toda educación correcta es el conocimiento de Dios. Usada como libro de texto en nuestras escuelas, la Biblia hará para la mente y para la moral lo que no pueden hacer los libros de ciencia y de filosofía. Como libro destinado a disciplinar y fortalecer el intelecto, ennoblecer, purificar y refinar el carácter, es sin rival […].

Dios cuida de nosotros como seres inteligentes, y nos ha dado su Palabra como lámpara a nuestros pies y luz para nuestro sendero. Sus enseñanzas tienen una influencia vital sobre nuestra prosperidad y en todas las relaciones de la vida. Aun en nuestros asuntos temporales será una guía más sabia que cualquier otro consejero. Sus instrucciones divinas señalan el único camino que conduce al verdadero éxito. No hay posición social ni fase de la experiencia humana para la cual el estudio de la Biblia no sea una preparación esencial […].

¿Qué libro puede compararse con la Biblia? Una comprensión de sus enseñanzas es esencial para todo niño y joven, y para los de edad madura, porque es la Palabra de Dios, dada para guiar a la familia humana hacia el cielo. Hay en el mundo de hoy muchos dioses y muchas doctrinas. Sin una comprensión de las Escrituras, es imposible para los jóvenes separar la verdad del error o discernir entre lo sagrado y lo común […].

Como poder educativo, la Biblia es de más valor que los escritos de todos los filósofos de todos los siglos. En su amplia variedad de estilo y temas, hay algo para interesar e instruir a cada mente, ennoblecer todo interés. La luz de la Revelación resplandece sin sombra en el pasado lejano, donde los anales humanos no arrojan rayos de luz. Hay poesía que ha arrancado la admiración del mundo. En resplandeciente belleza, en sublime y solemne majestad, en patética emoción, no tiene igual entre las más brillantes producciones del genio humano. Hay en ella sana lógica y elocuencia apasionada. Se presentan en ella las nobles acciones de hombres nobles, ejemplos de virtud privada y honor público, lecciones de piedad y pureza. RA


Texto extraído de Consejos para los maestros, padres y alumnos, pp. 387, 388, 393-395.

Autor

  • Elena de White

    Mensajera del Señor, escritora y predicadora, Elena de White (1827-1915) fue una de las organizadoras de la Iglesia Adventista. Entre sus muchos escritos se encuentran cientos de valiosas cartas.

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1 Comentario

  1. Sergio Viera Molina

    Ella es la Profeta para el pueblo de DIOS en el tiempo del fin en que vivimos, así debe cada verdadero hijo del Señor considerar a esta maravillosa mujer

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