SIN MIEDO AL JUICIO: LA IMPORTANCIA DE TENER UN BUEN ABOGADO

4 marzo, 2024

Tras una investigación de dos años que incluyó redadas policiales sin precedentes en el Palacio Apostólico (sede del papado), los fiscales vaticanos emitieron en 2021 un escrito de 487 páginas en el que acusaban a diez personas de numerosos delitos financieros; entre ellos, fraude, malversación, extorsión, corrupción, blanqueo de dinero y abuso de poder. La noticia se publicó en diversos medios de comunicación internacionales.

Aunque fue una investigación interna dentro de la administración del Vaticano, tuvo una enorme repercusión, y hasta fue llamado “el juicio del siglo” del Vaticano. Pero, por más atracción que haya generado, hay un juicio mucho más importante, que podría ser llamado el Juicio de los siglos.

La existencia del Juicio

Si bien muchos han dudado de la existencia del Juicio Investigador, esta doctrina tiene un firme sustento bíblico. El sabio Salomón expresa con claridad la realidad de un juicio: “Porque Dios traerá toda obra a juicio, con toda cosa oculta, buena o mala” (Ecl. 12:14). Y Jesús afirmó: “Les digo que en el día del juicio los hombres darán cuenta de toda palabra ociosa que hayan hablado” (Mat. 12:36).

Sin embargo, la Biblia menciona que también existe un proceso investigativo durante el Juicio que Dios realiza, algo que queda claro en la parábola de la fiesta de bodas: “Cuando el rey entró a ver a los convidados, vio allí a un hombre sin vestido de boda” (Mat. 22:11). La inspección que el rey hace de los invitados representa un proceso de investigación, cuyo resultado determina cuáles de ellos permanecerán y cuáles serán expulsados.

Según Apocalipsis 20:4 al 6, al final de los tiempos habrá dos resurrecciones separadas por mil años, una para vida y otra para condenación (Juan 5:29), lo que implicaría un juicio previo para determinar quiénes integrarán el primer grupo, que resucitará para vida eterna.

La mención de un juicio previo a la primera resurrección (Dan. 7:9, 10), junto con la mención de otro juicio previo a la segunda resurrección (Apoc. 20:4-6), indicaría que los únicos juzgados en el Juicio previo a la Segunda Venida son los que volverán a la vida en la primera resurrección: el pueblo de Dios.
Sin embargo, muchos han objetado la idea de un juicio sobre los que han aceptado a Jesús. Después de todo, “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Rom. 8:1). Entonces, ¿quiénes comparecen ante el juicio previo a la Segunda Venida?

Comparecientes ante el Juicio

El libro de Hebreos declara tajantemente: “El Señor juzgará a su pueblo” (Heb. 10:30). En este sentido, es claro que el pueblo de Dios enfrentará un juicio. El apóstol Pedro menciona dos elementos claves al respecto: primero, afirma que los creyentes serán juzgados; segundo, que el juicio comenzará
precisamente con ellos (1 Ped. 4:17). El contexto de la escena del Juicio preadvenimiento de Daniel 7 refuerza esta idea. Claramente, los juzgados son “los santos del Altísimo” (vers. 22), que, si bien no reciben condenación, porque “están unidos a Cristo Jesús” (DHH), sí deben comparecer ante el Juicio.

Actitud ante el Juicio

De acuerdo con la comprensión bíblica, “juzgar” significa “justificar”. Cuando nos arrepentimos y confesamos nuestros pecados, somos “justificados” por Dios (Rom. 3:22-26); es decir, declarados justos. En el Juicio, Dios salva a los creyentes de la segunda muerte, del pecado, de la culpa y del poder del mal, y les da vida eterna (Juan 3:16; 10:28). La escena de Daniel 7 muestra claramente cuál es el objetivo del Juicio: “Vino el Anciano de días, y pronunció juicio en favor de los santos del Altísimo. Y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino” (Dan. 7:22). Sí, ¡el Juicio tiene el objetivo de vindicar al pueblo de Dios y dictar sentencia a su favor!

Por eso, la actitud correcta para enfrentar el Juicio implica confianza plena en Cristo: “Nuestra seguridad de salvación y nuestra fe descansan en Dios, quien es tanto Salvador como Juez. […] Nuestra relación con nuestro Mediador, Abogado y Sumo Sacerdote nos da confianza en el Día del Juicio” (Raoul Dederen, ed., Tratado de teología adventista, p. 954).

 

  • Marcos Blanco

    Pastor y doctor en Teología. Desempeña su ministerio en la ACES desde 2001. Autor de "Versiones de la Biblia", es Jefe de Redacción y director de la Revista Adventista desde 2010. Está casado con Claudia y tiene dos hijos: Gabriel y Julieta.

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