por Fabricio R. Pruvost | Jul 14, 2018 | Artículos destacados
Cierta noche, estaba cenando cuando recibí una llamada telefónica. La persona que llamó me dijo, muy exaltada: –¡Pastor! ¡Mi esposa está loca, ya no aguanto más! ¡Me voy a divorciar! Era uno de los miembros de iglesia, que estaba atravesando por una crisis...