Las comillas y la interpretación del Nuevo Testamento.
Las comillas son comas invertidas colocadas sobre una frase o una palabra y no aparecen en los manuscritos del Nuevo Testamento. Esto significa que, de acuerdo con el uso que hoy les damos a las comillas, es difícil determinar con claridad cuando el autor de un documento bíblico citaba alguna expresión o deseaba llamar la atención sobre algún vocablo que para él resultaba clave. Si las comillas hubiesen existido, evitaríamos varios problemas de corte interpretativo, lo que redundaría en la comprensión clara de muchos pasajes que hoy no parecen tan claros. Veamos algunos ejemplos al respecto.
Existen casos en los que es factible saber cuándo un autor del Nuevo Testamento alude a otra fuente. El uso de la expresión “escrito está” permite que el intérprete bíblico sepa que lo que está siendo citado comprende un pasaje del Antiguo Testamento (Mat. 1:22; 27:9). Esta expresión, usada incluso por el mismo Jesús (Mat. 4:4, 7, 10), y por Pablo (Rom. 1:17; 2:24) y Pedro (1 Ped. 1:16; 2:6), funciona como un marcador literario que informa en alguna medida la presencia de comillas.
Existen otros casos, sin embargo, en donde el lector de la Biblia debe suponer la existencia de comillas. En 1 Corintios 7:1, por ejemplo, la ausencia de estas puede conducirnos en la dirección incorrecta. La versión Reina-Valera traduce este pasaje de la siguiente manera: “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer”. A simple vista, pareciera que Pablo aconseja a los corintios que, para mantenerse sexualmente puros, lo mejor sería evitar el contacto con el sexo opuesto. Al contrario de lo que esta lectura aparentemente sugiere, Pablo afirma lo opuesto. La primera frase, “en cuanto a las cosas de que me escribisteis”, nos dice que los miembros de Corinto le habrían escrito a Pablo una carta previa, y ahora él responde esas dudas. La Nueva Versión Internacional resume perfectamente lo antes dicho, rindiendo el pasaje así: “Paso ahora a los asuntos que me plantearon por escrito: ‘Es mejor no tener relaciones sexuales’ ”. Al analizar el contexto en donde el verso está inserto, la inclusión de las comillas cobra sentido, en particular cuando inmediatamente leemos a Pablo orientando a los casados a que no se priven sexualmente el uno del otro (1 Cor. 7:1-5).
Esta consulta, de hecho, no es la única que los corintios habrían planteado (7:25; 8:1; 12:1; 16:1, 12). Y, si bien Pablo no hace referencia, como en el verso estudiado, a que ellos le habrían esbozado alguna temática, el contexto nos permite determinar que el apóstol estaría citando las palabras de los corintios.
Es posible, además, que en Corinto existieran personas con ideas doctrinalmente cuestionables y que, por carta, o a través de algunos miembros que lo visitaban (1 Cor. 16:17), Pablo hiciera referencia a esta falsa enseñanza. Para ilustrar esto, examinemos 1 Corintios 6:12 con la versión Reina-Valera: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna”. Una lectura superficial del pasaje, y leído fuera de contexto, nos indicaría que para Pablo, si bien no todo conviene, en definitiva todo está permitido. Sin embargo, una interpretación distinta surge cuando las comillas aparecen. La Biblia de Jerusalén hace un excelente trabajo en su traducción: “ ‘Todo me es lícito’; mas no todo me conviene. ‘Todo me es lícito’; mas ¡no me dejaré dominar por nada!” En otras palabras, mientras que algunos corintios afirmaban que “todo es lícito”, y por lo tanto la fornicación era permitida, para Pablo la libertad en Cristo no significaba libertinaje (ver 1 Cor. 6:13-20).
En conclusión, recuerda que muchas frases, en particular cuando parecen contradecir la enseñanza bíblica, fueron dichas con algún tipo de comilla implícita.
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