“La disciplina consiste en elegir entre lo que se quiere ahora y lo que más quieres”.
Abraham Lincoln
Si eres una de las personas que en plena cena de Navidad tiene una ráfaga ininterrumpida de metas para cumplir el nuevo año (como “El año que viene haré más ejercicio físico”; ”Ahora empezaré a comer más saludable”; y “Yo quiero organizar mi tiempo de forma más efectiva”), te invito a que este nuevo año sea una oportunidad para impulsar la salud de tu cerebro. Recuerda: Al cuidar tu cerebro, no solo mejorarás tu concentración y tu memoria, sino además seguramente reducirás el riesgo de sufrir alguna enfermedad neurodegenerativa, aumentarás tu sensación de bienestar, e incluso tendrás mayor tolerancia al estrés.
Y ¿por dónde empiezo? ¿Debo hacer una lista de los 25 hábitos que quiero implementar y los practico por 21 días? No. La invitación es a que te concentres en un hábito que quieras cambiar HOY. ¿Y mañana? La Biblia menciona, en Mateo 6:34, que “no debemos preocuparnos por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas”. El mismo que creó tu cerebro y conoce su “manual de uso” te recuerda: No sirve de nada que te llenes de objetivos y metas por cumplir, ya que tu cerebro se agobiará, y terminarás haciendo eso que no querías hacer.
Una vez que te concentres en la importancia de la decisión que tomes HOY, debes identificar qué estás dispuesto a hacer para mejorar la vitalidad de la oficina principal del templo del Espíritu Santo, es decir, tu cerebro. ¿Todavía no tienes ideas al respecto? Está bien, te ayudo con algunas sugerencias:
¿Qué te parece si hacemos treinta o cuarenta minutos de ejercicio? ¿No puedes ir al gimnasio? Conéctate a YouTube. ¿No tienes pesas? Usa las latas que tienes en tu despensa. ¿Te duelen las piernas? Ejercita tus brazos.
Anímate a desarrollar un nuevo hobby: Puedes tejer, hacer jardinería, cocinar, aprender un nuevo idioma, o quizá lenguaje de señas.
Utiliza el journaling: El tener un diario para registrar cómo te sientes durante el día o anotar las razones por las cuales estás agradecido HOY son un ejercicio maravilloso para tu cerebro. Solo necesitas un cuaderno y un lápiz.
Disminuye tu consumo de azúcar y alimentos procesados: Por HOY, solo por HOY, trata de eliminar el pan en el almuerzo y aumenta tu porción de ensalada o vegetales.
Haz planes con tus amistades: No dejes que la rutina te haga olvidar lo importante que es el cultivar las relaciones que tenemos con otras personas.
Desconéctate de tu teléfono varias veces al día: Sí, solo por HOY, coloca una alarma cada dos horas. Una alarma que te indique que debes colocar tu celular en modo avión por treinta minutos. Calma, el mundo no se derrumbará en treinta minutos.
Apenas te levantes, sal y toma sol por veinte minutos; sobre todo, si tienes problemas para dormir: El proceso de sueño se regulariza (o no) apenas te levantas. Tomar sol sin protector solar durante las primeras horas de la mañana es vital para el funcionamiento correcto del cerebro, y por lo tanto, para tu descanso.
¿Quieres un año diferente? Comienza por casa. La decisión está en tus manos. La puedes tomar ahora o la puedes tomar a mitad de año. Lo importante es que seas consciente de que HOY, con una “pequeña gran” acción, cuidarás de la oficina principal del templo del Espíritu Santo; la cual te fue dada como préstamo.
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