¡HOLA, 23!

Guía práctica para iniciar el año.

Para la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el año 2023 será el Año Internacional del Mijo. Así, buscan popularizar este nutritivo cereal concientizando sobre los beneficios de su ingestión para la salud. Para el horóscopo chino, 2023 será el año del conejo, que representa la longevidad, la paz y la prosperidad. Así, garantizan un año lleno de esperanza.

Para Carlos III del Reino Unido, será el año de su coronación oficial, la que ocurrirá el 6 de mayo en la Abadía de Westminster.

Y, a ti, ¿cómo te parece que será el año 2023? ¿Qué propósitos y planes tienes? ¿Qué crisis crees que se avecinan? ¿Qué celebraciones avizoras? Más allá de lo que te deparen estos nuevos 365 días, te propongo comenzarlos al amparo del Salmo más famoso y memorizado de todos los Salmos: el 23. Henry Ward Beecher dijo de él: “Ha encantado más dolores al descanso que toda la filosofía del mundo. Ha remitido a su calabozo más pensamientos criminales que arenas en la orilla del mar. Ha consolado a la noble hueste de los pobres. Ha cantado coraje al ejército de los decepcionados. Ha derramado bálsamo y consuelo en el corazón de los enfermos, de los cautivos en las mazmorras, de las viudas en sus penas punzantes, de los huérfanos en su soledad. Los soldados moribundos han muerto más fácilmente, mientras se les leía”.

En tan solo seis versículos, este salmo contiene una profundidad teológica impresionante. Veamos:

Dios como Pastor (vers. 1). Esta es una apacible metáfora que recorre toda la Escritura (Gén. 49:24; Sal. 89:1; Isa. 40:11; Miq. 7:14; Zac. 13:7; Juan 10:11-14; Heb. 13:20; 1 Ped.2:5; 5:4), propia de la cultura agrícola y ganadera de la época. La idea de Jesús como Pastor era preciosa para los primeros cristianos: una de las pinturas más frecuentes en las catacumbas era la de Jesús con un cordero sobre sus hombros.

Para David, Dios no era algo impersonal (así como la oveja no es un animal salvaje, sino que tiene un propietario que la compró o la crio). Por eso utiliza el posesivo “mi”. Su Pastor lo conoce y él conoce a su Pastor. Encontraba consuelo y seguridad en el pensamiento de que Dios se preocupaba por él. Esto implica también que él se reconocía como oveja, es decir, como alguien dependiente y pecador (uno de los “dones” más destacados de una oveja es que suele perderse con facilidad y es incapaz de regresar al redil sola).

Dios como Sustentador (vers. 2). Que el Pastor te haga descansar en lugares de delicados pastos es algo relevante. Según Philip Keller, las ovejas no descansarán si tienen miedo, si hay fricción entre ellas, si hay moscas o si están ansiosas por comida. La paz es posterior a la atención de estas necesidades. Dios quiere hacer lo mismo con nosotros.

Dios como Guía (vers. 3, 4). Que el Pastor conforte tu alma y te guíe por sendas de justicia implica la importancia de la justificación y de la santificación por la fe. En hebrero, la palabra shub (“confortar”) implica arrepentimiento. Se usa también en Salmo 19:7, donde se afirma que la Ley de Dios convierte el alma y es algo positivo para nosotros. Dios siempre nos guía a la conversión y a una nueva vida en él.

Luego del arrepentimiento, se inicia el camino de la obediencia. El Pastor nunca te guiará por un camino contradictorio al de los principios bíblicos. Es de vital importancia recordar esto, ya que las ideas liberales y progresistas en el campo religioso invaden nuestra fe, haciéndonos creer que la obediencia no es el plan de Dios para nosotros. De hecho, nuestra vida consagrada por amor a Dios dará buenos frutos, no para vanagloria humana, sino para alabar su nombre.

Otro aspecto destacable es que la guía del Pastor no siempre se produce por los más bellos senderos. En este mundo de dolor, las sombras de la muerte pueden casi destrozarnos. No obstante, contamos con una certeza absoluta: su presencia constante, tal como se nos recuerda en otras partes de la Biblia como Isaías 7:14 o Mateo 28:20.

La guía del Pastor también incluye la vara (usada para la corrección y la defensa) y el callado (usado para el rescate y el apoyo).

Dios como Anfitrión (vers. 5, 6). Que el Pastor sea también quien nos da la bienvenida a un lugar de abundancia muestra que siempre quiere bendecirnos y llevarnos hacia nuevas alturas. En la Biblia, comer y beber en la mesa de alguien creaba un vínculo de lealtad mutua y podía ser la señal culminante de un pacto (Apoc. 3:20 remarca esta idea). Estar en la presencia de Dios y en su casa brinda seguridad y sentido de pertenencia (Sal. 27:3, 4).

Este nuevo año 2023 traerá sus pastos apacibles y sus valles mortuorios. Podremos enfrentar todo lo que suceda siendo fieles ovejas de nuestro amante Pastor. RA

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PABLO ALE, Licenciado en Teología y en Comunicación Social, y Magíster en Escritura. Redactor y editor en la ACES.

  • Es Licenciado en Teología y en Comunicación Social. Además, tiene una maestría en Escritura creativa. Es autor de los libros “¿Iguales o diferentes?”, “1 clic” y “Un día histórico”. Actualmente es editor de libros, redactor de la Revista Adventista y director de las revistas Conexión 2.0 y Vida Feliz, en la Asociación Casa Editora Sudamericana.

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