Un acróstico para el nuevo año que comienza.

Con quirúrgica precisión, David elabora un profundo poema espiritual en forma de acróstico que hoy se encuentra en nuestra Biblia en el Salmo 25. Abro paréntesis. Un acróstico es una composición poética que consiste en comenzar el primer verso con la primera letra del alfabeto (hebreo, en este caso), el segundo con la segunda, y así sucesivamente. Este salmo no es el único escrito así. También lo son el 9, el 10, el 34, el 37, el 111, el 112, el 119 y el 145. Cierro paréntesis.

A continuación, brindaremos 22 consejos para este 2025 extraídos de los 22 versículos del Salmo 25 (recomiendo abrir la Biblia en este salmo e ir leyendo cada versículo con su respectivo consejo).

1-Prioridades: Elevar el alma a Dios. Lo más importante de cada jornada es buscar a Dios en nuestro culto personal y diario.

2-Seguridad: Colocar la confianza en Dios. David sabía que la autosuficiencia no era la mejor opción.

3-Paciencia: Esperar en Dios. La promesa es maravillosa: “Ninguno de cuantos en ti esperan será confundido”.

4-Dependencia: Transitar los caminos de Dios. Esta es una de las oraciones de consagración más sublime de toda la Biblia: “Señor, muéstrame tus caminos”.

5-Instrucción: Aprender las enseñanzas de Dios. Podemos estar seguros de que nadie a quien Dios le ha mostrado el camino, instruido en sus sendas y guiado en su verdad ha sido inducido al pecado. Sea este año nuestra oración: “Encamíname en tu verdad y enséñame”.

6-Memoria: Recordar el amor perpetuo de Dios. En este mundo de injusticias, nunca debemos olvidarnos quién es nuestro Creador.

7-Perdón: Dejar atrás el pasado. David tenía pecados de los que se había arrepentido.

8-Aprendizaje: Dios es sabio. Él siempre nos guía en los mejores caminos.

9-Rectitud: Dios es justo. En él no hay engaño ni puede ser burlado.

10-Totalidad: Dios es amor y verdad. El Enemigo trata de escindir estos conceptos, pero no hay contradicción alguna entre ambos, ya que conforman el carácter de Dios.

11-Amor: Dios perdona y olvida. Una vez más, David contrasta su inmenso pecado con la inigualable misericordia divina.

12-Respeto: La importancia de obedecer a Dios. En la Biblia, la expresión “temer a Dios” no implica un miedo paralizante; sino respetar y obedecer lo que él nos dice.

13-Recompesa: Los beneficios de servir a Dios. No se trata de ganar una salvación por nuestras obras, pero la obediencia trae prosperidad y paz.

14-Amistad: Hacer una alianza con Dios. En la versión Dios habla hoy, este verso dice: “El Señor es amigo de quienes lo honran”. ¡Qué privilegio y qué responsabilidad!

15-Enfoque: Mirar hacia el lugar correcto. Sujetar todos y cada uno de nuestros pensamientos a las cosas de Dios y mirarlo solo a él.

16-Reconocimiento: Saber cuál es nuestra condición. David es consciente de su aflicción, pero por los ojos de la fe se eleva hacia Dios.

17-Resiliencia: Paz para momentos de angustias. Lejos de una vida sin problemas, David apela a Dios para que le brinde las fuerzas necesarias a fin de atravesar las pruebas.

18-Certeza: El perdón divino es real. David parece decir: “Tengo muchos enemigos y problemas, pero ninguno mayor que mis pecados”.

19-Paz: Más allá de las injusticias. Las ecuaciones matemáticas de David tenían una dificultad: sus enemigos se multiplicaban. Nos puede suceder lo mismo en este año con las lágrimas, las decepciones y las injusticias. El estado de bienestar integral se obtiene al saber que hay un Redentor en quien confiar (vers. 20-22). 

20-Refugio: Descansar en los brazos de Dios. La dificultad que sobrellevaba David no le impediría confiar y servir a Dios; ya que tenía con él una relación profunda y significativa. Nuestro desafío es lograr lo mismo.

21-Integridad: El camino a la felicidad. Como Asaf en el Salmo 73, somos tentados constantemente a tomar atajos y seguir el innoble camino de la perversidad. Pero eso no conduce a ningún lado. La senda adecuada es siempre una conciencia limpia (y en armonía con los mandatos de Dios) y una conducta acorde a ellos.

22-Liberación: La dicha de la redención divina. No hay certezas sobre la composición de este salmo en relación con si fue antes o después de que David fuera rey. Más allá de los vaivenes cronológicos, David pensaba y oraba como un líder. En este verso, David expresa una profunda preocupación por la bendición y el bienestar del pueblo de Dios en su conjunto, no solo por él mismo. Una de las peores tragedias en nuestra vida espiritual es centrarnos en nosotros mismos, aislarnos y despreocuparnos de los problemas de los demás.

Más allá de todo esto, hay algunas irregularidades en el patrón acróstico del Salmo 25: Alef, la primera letra hebrea, se repite en los versos 1 y 2. Por su parte, las letras segunda, sexta y decimonovena no aparecen; y el verso 18 se inicia con la letra vigésima. Esto implica que la imperfección poética y humana no afecta el mensaje inspirado de esta porción bíblica. Ella llega hasta nosotros hoy para enseñarnos que Dios puede reordenar nuestras vidas desorientadas. Estudia, medita y pon en práctica hoy el acróstico divino a fin de obtener orden, paz y felicidad en este nuevo año.