• Salud
    • Estilo de vida
    • Cerebralmente
    • Salud y sabor
    • Bienestar emocional
    • Biblia saludable
    • Vivir mejor
    • Palabras que sanan
    • Confirmada por la ciencia
  • Opinión
    • Editorial
    • Brújula
    • 1 imagen, 1.000 palabras
    • Tener fe, ¿cómo hago?
    • Como Jesús
    • Dios pregunta
    • Perspectivas
  • Reflexiones
    • Vida familiar
    • Liderazgo real
    • Consultorio joven
    • Vida tecnoespiritual
    • El mundo de Elena de White
    • Preciosas promesas
    • Carácter y santificación
  • Estudio
    • Nuestros tiempos
    • Del texto al concepto
    • Daniel
    • Apocalipsis
    • Doctrinas distintivas
    • Pioneros
  • Miscelánea
    • Nuestra mirada
    • Mano a mano
    • Ángeles de Esperanza
    • Con el especialista
    • Exclusivo web
  • Contacto
Search
REVISTA ADVENTISTA logo
  • Salud
    Aleatorio
    • ¿CONOCES A TU CEREBRO? (PARTE 2)

      19 julio, 2021
      Cerebralmente, Salud
    Reciente
    • LA DIETA VEGETARIANA

      30 enero, 2023
      1
    • UNA CLAVE PARA EMPEZAR

      26 enero, 2023
    • «SMOOTHIE» TROPICAL

      23 enero, 2023
    • Estilo de vida
    • Cerebralmente
    • Salud y sabor
    • Bienestar emocional
    • Biblia saludable
    • Vivir mejor
    • Palabras que sanan
    • Confirmada por la ciencia
  • Opinión
    Aleatorio
    • adventistas y homosexualidad

      LOS ADVENTISTAS Y LA HOMOSEXUALIDAD

      9 enero, 2019
      Editorial, Opinión
    Reciente
    • UNA TROMPETA TORCIDA

      6 enero, 2023
    • DESEO QUE…

      26 diciembre, 2022
    • SANTOS VIVOS

      7 noviembre, 2022
    • Editorial
    • Brújula
    • 1 imagen, 1.000 palabras
    • Tener fe, ¿cómo hago?
    • Como Jesús
    • Dios pregunta
    • Perspectivas
  • Reflexiones
    Aleatorio
    • esperar

      ATRÉVETE A ESPERAR

      16 mayo, 2019
      Reflexiones, Vida familiar
    Reciente
    • PERSPECTIVAS DE GENIALIDAD

      13 enero, 2023
    • ¡HOLA, 23!

      9 enero, 2023
    • MILAGRO DE NAVIDAD

      23 diciembre, 2022
    • Vida familiar
    • Liderazgo real
    • Consultorio joven
    • Vida tecnoespiritual
    • El mundo de Elena de White
    • Preciosas promesas
    • Carácter y santificación
  • Estudio
    Aleatorio
    • ATRAPADOS POR LA MISIÓN

      10 diciembre, 2015
      Estudio, Pioneros
      1
    Reciente
    • ¿CUÁN BREVE ES “BREVE”?

      2 febrero, 2023
    • UNA AYUDA FIEL

      20 enero, 2023
      1
    • MÁS ALLÁ DE LA FERIA DE LAS VANIDADES

      4 enero, 2023
    • Nuestros tiempos
    • Del texto al concepto
    • Daniel
    • Apocalipsis
    • Doctrinas distintivas
    • Pioneros
  • Miscelánea
    Aleatorio
    • LA IMPORTANCIA DEL CONTEXTO PARA INTERPRETAR LA BIBLIA

      LA IMPORTANCIA DEL CONTEXTO

      31 octubre, 2018
      Nuestra mirada, Opinión
      2
    Reciente
    • UNA LINDA CITA QUE ELENA DE WHITE ¡NUNCA ESCRIBIÓ!

      17 junio, 2020
      2
    • CÓMO APROVECHAR EL TIEMPO AL MÁXIMO

      12 noviembre, 2019
      3
    • LIDERAZGO SERVICIAL

      13 septiembre, 2019
    • Nuestra mirada
    • Mano a mano
    • Ángeles de Esperanza
    • Con el especialista
    • Exclusivo web
  • Contacto
  • Menu logo
 logo
Home
Salud
CLAVES PARA COMUNICARTE CON TU HIJO ADOLESCENTE

CLAVES PARA COMUNICARTE CON TU HIJO ADOLESCENTE

31 octubre, 2018
Salud, Vida familiar

Frecuentemente, escuchamos a los padres de los adolescentes expresar: “Mi hijo no me escucha”; “Me ignora”; “No acepta mis consejos”. Y, por otra parte, escuchamos a los jovencitos decir: “Mis padres me echan en cara todos mis defectos”; “No me dejan crecer”; “No me escuchan”; “No me entienden”.

En muchas ocasiones, la comunicación con los adolescentes puede llegar a convertirse en un monólogo, o bien en un diálogo sordo, en que ni el adulto ni el adolescente se sienten comprendidos. Como padre o madre, si logras una buena comunicación con tu hijo o hija adolescente, será mucho más fácil tocar su corazón y grabar en ellos las enseñanzas de las verdades eternas.

Para el adolescente, suele ser dificultoso manifestar con palabras aquello que piensa y siente, y le resulta más fácil, en muchas ocasiones, expresarse mediante acciones, con determinados gestos y actitudes (por ejemplo, dar un portazo o llegar tarde a casa). Por otro lado, también tiene la necesidad de diferenciarse (principalmente de sus padres) y empezar a construir su propia identidad. Por este motivo, será natural que se muestre reservado, que cuestione, niegue, y que ponga a prueba aquellas cosas que de niño eran incuestionables.

Entonces, ¿cómo lograr una buena comunicación con tu hijo o tu hija adolescente? Compartimos, a continuación, diez sugerencias que pueden ayudarte a contestar esta pregunta.

Trata al adolescente con el mismo grado de respeto con el que esperas que te trate a ti: Nunca lo insultes; nunca lo pongas en ridículo, ni cuando esté solo contigo, ni mucho menos frente a sus amigos o compañeros.

Escucha: Muchos adolescentes sienten que son poco escuchados. Recuerda que es más importante escuchar que hablar. Si escuchas a tu hijo, lograrás conocer mejor sus pensamientos y sus necesidades. A su vez, él también estará más dispuesto a escucharte.

Da mensajes afirmativos: Cada vez que se presente la ocasión, dile lo mucho que lo aprecias y valoras. Felicítalo por llegar a tiempo a casa, y por ser ordenado y responsable con sus tareas. Coméntaselo de tal forma que se sienta valorado.

No pierdas la paciencia y nunca grites: Si empiezas a gritar, la capacidad receptiva del adolescente bajará a cero. Lo único que conseguirás es alejarlo más. Hay momentos en los que todo jovencito siente que los adultos no lo comprenden. Si en algún momento crees que vas a perder la calma, suspende la conversación, para retomarla en un momento en que hayas logrado sobreponerte.

Da el ejemplo: “Haz lo que digo, no lo que hago” no sirve. Si nos empeñamos en que los adolescentes hagan lo contrario de lo que nosotros hacemos, estamos enviándoles mensajes contradictorios. Ser un ejemplo para ellos facilita mucho las cosas.

Evita los “sermones”, o monólogos. Termina tus frases con otra que invite a la comunicación: “¿Qué piensas tú?”; “Parece muy importante para ti, ¿por qué?”; “Buena pregunta, intentaré contestar”; “Me interesa mucho tu opinión”; “¿Comprendes lo que te intento explicar?”; “¿Te gustaría hablar sobre eso?”

Evita decir frases como: “Porque es así”; “Porque lo digo yo”. Explica las razones de lo que estás tratando de enseñar, de manera tranquila. Es importante que el adolescente sepa por qué le aconsejamos o pedimos que haga algo que no quiere hacer, o por qué no promovemos y rechazamos ciertas actitudes.

Brinda respuestas claras: No permitas que tu hijo o tu hija adolescente tenga que buscar fuera de casa las respuestas que necesita; habla de manera clara y de frente. Conversa los diferentes temas de manera abierta, con naturalidad y sin prejuicios; respeta sus tiempos y escucha cada una de sus inquietudes.

Presta atención antes de enfrentar: En ocasiones, podemos vernos tentados a dejarnos llevar por las conductas externas del adolescente (entra sin saludar, se encierra en su cuarto, etc.). Sin embargo, es vital prestar atención a lo que es realmente importante; vigilar los cambios de ánimo, las tristezas ocultas, sus intereses y otros aspectos son más importantes que enfrentar una conducta. Sé capaz de leer el fondo y/o la razón de la actitud, antes de corregirla.

No lo ignores: Si algo no funciona bien con algún adolescente, no lo ignores ni dejes de hablarle. Trata de acercarte a él y háblale en privado para conocer qué le sucede.

Estas ideas seguramente serán de bendición para ti y para tu hijo o tu hija adolescente; Elena de White habla claramente al respecto: “Dios invita a los creyentes a que dejen de buscar faltas y de pronunciar discursos apresurados y poco amables. Padres, sean bondadosas y agradables las palabras que dirijan a sus hijos, para ayudar a los ángeles a traerlos a Cristo. Se necesita una reforma completa en la iglesia del hogar. Debe empezar enseguida. Debe cesar todo rezongo y todo reto. Los que rezongan y retan les cierran la puerta a los ángeles del cielo y se la abren a los ángeles malos” (Elena de White, Cada día con Dios, p. 109).RA

adolescentesafirmacióncomunicacióndiálogoescucharfamiliapadres

Sobre el Autor

Walter Steger y Emilia Silvero de Steger

Walter es Lic. en Teología y editor de la ACES. Emilia es Lic. en Psicopedagogía, terapeuta de niños y adolescentes, y docente.

Publicaciones Relacionadas

  • RA Octubre 2017 - Estilo de vida - Cómo guardar el Sábado

    CÓMO GUARDAR EL SÁBADO

    19 octubre, 2017
  • RED NUEVO TIEMPO

    NUEVO TIEMPO

    15 septiembre, 2018
    2

Responder a Comentario Cancelar Comentario

Tu correo electrónico no sera publicado.

Síguenos en las redes

Recibe novedades por correo electrónico

    Quiero recibir los artículos por correo electrónico.

    © Asociación Casa Editora Sudamericana 2016
    • Salud
      • Estilo de vida
      • Cerebralmente
      • Salud y sabor
      • Bienestar emocional
      • Biblia saludable
      • Vivir mejor
      • Palabras que sanan
      • Confirmada por la ciencia
    • Opinión
      • Editorial
      • Brújula
      • 1 imagen, 1.000 palabras
      • Tener fe, ¿cómo hago?
      • Como Jesús
      • Dios pregunta
      • Perspectivas
    • Reflexiones
      • Vida familiar
      • Liderazgo real
      • Consultorio joven
      • Vida tecnoespiritual
      • El mundo de Elena de White
      • Preciosas promesas
      • Carácter y santificación
    • Estudio
      • Nuestros tiempos
      • Del texto al concepto
      • Daniel
      • Apocalipsis
      • Doctrinas distintivas
      • Pioneros
    • Miscelánea
      • Nuestra mirada
      • Mano a mano
      • Ángeles de Esperanza
      • Con el especialista
      • Exclusivo web
    • Contacto