VIRALICEMOS EL MENSAJE

06/07/2016

Reflexiones sobre el evangelismo virtual

Por Santiago López Blasco

El evangelismo por Internet es una posibilidad que encuentran quienes están buscando nuevas maneras de llegar a otros con el mensaje de salvación. Dicen que quien tiene un qué, siempre encontrará un cómo. En este sentido, este artículo busca responder a tres preguntas básicas acerca del uso evangelizador de las redes sociales:

1 ¿Por qué usarlas para evangelizar? 

2 ¿Cuenta Dios con ellas para la misión? 

3 ¿Cuáles son las claves para hacer evangelismo a través de estos medios?

PREDICAR DONDE ESTÁ LA GENTE

Todo lo que hacemos en la vida debe tener un fundamento, y esto también es válido a la hora de considerar la evangelización mediante las redes sociales. Nada mejor que ir a la Biblia para encontrarlo. La Palabra de Dios plantea claramente el alcance del plan de salvación enfavor de la humanidad caída: incluir a todos.

Este gran cometido divino fue parte del llamado que recibió Abram cuando Dios le aseguró: “En ti serán benditas todas las familias de la Tierra” (Gén. 12:3; énfasis añadido). El objetivo de incluir a todos en el plan de salvación está en la partida de nacimiento misma del pueblo de Dios; y fue recordado, de una u otra manera, en otros momentos de la historia (Por ejemplo, Sal. 33:8; 67:3; Eze. 17:23, 24).

En el comienzo del ministerio terrenal de Jesús, Juan el Bautista lo presentó de esta manera: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. El Redentor vivió testificando que esa declaración era cierta: dedicó tiempo para el centurión romano y para la mujer samaritana; para Nicodemo y para el ladrón en la cruz; para el joven rico y para el ciego Bartimeo.

Con hechos y palabras, Jesús expresaba su amor salvador por todos. Nadie queda afuera de su intención inclusiva, tal como él lo expresara diciendo: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37). Los apóstoles buscaron evangelizar a todos, y también se refirieron al blanco supremo del Cielo en sus cartas. Juan afirmó: Y él (Jesús) es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo (1 Juan 2:2; énfasis añadido). Pablo exhortó a los cristianos a orar por todos, ya que Dios quiere que la totalidad de los hombres sea salva y venga al conocimiento de la verdad. (1 Tim. 2:4.) Seguidamente, afirmó que Jesús “se dio a sí mismo en rescate por todos” (1 Tim. 2:6; énfasis añadido). Pedro relacionó el gran sueño de Dios con el tiempo que falta para el regreso de Jesús, diciendo: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Ped. 3:9; énfasis añadido). Este es el gran proyecto de Dios: salvar a todos. Y también es el de la iglesia en la actualidad; es decir, es el desafío de cada discípulo en el siglo XXI.

Ahora bien, si la Iglesia Adventista tiene un mensaje para comunicar a todos, cada miembro debe sentirse comprometido en esta misión trascendente y preguntarse: ¿Dónde están “todos”? ¿A qué parte de los “todos” estoy llamado a evangelizar? ¿Qué posibilidades tengo en mi mano para cumplir mi misión? Dar respuesta a estas preguntas será esencial para visualizar la parte que corresponda a cada uno. Independientemente de los dones que hayamos recibido y el lugar donde vivamos, todos tenemos la posibilidad de influir sobre muchos; mejor dicho, a muchísimos.

Hasta hace pocos años, esto era posible únicamente a través de los medios de comunicación tradicionales, como la prensa, la radio y la televisión. Si alguien deseaba transmitir masivamente un mensaje, debía trabajar en un medio o contratar un espacio publicitario. Pero hoy todo es diferente. Con Internet (en general) y las redes sociales (en particular), se democratizó la comunicación social. Las estadísticas sobre cantidades de usuarios de redes sociales en el ámbito mundial lo confirman:1

Además, en Latinoamérica ya tiene acceso a Internet el 53% de toda la población; y en países como las repúblicas de Chile, Argentina y Uruguay llega casi al 70%. El 89% de los internautas latinoamericanos usa redes sociales, y su edad promedio es de 28 años2. Las estadísticas muestran que si la misión de evangelizar busca alcanzar a todos no puede quedar fuera de las redes sociales y de Internet.

¿Obrará Dios a través de estos medios, también? Un testimonio nos dará la respuesta.

TODAVÍA ROMPE REDES

Aquella mañana templada de julio del año pasado, fui al taller mecánico para ver si mi auto estaba reparado, después de varios días de haberlo dejado allí. Al llegar, supe que tendría que seguir viajando en otros medios un poco más. Tomé un ómnibus urbano, y a las pocas cuadras comenzó lo inesperado. Subió una deportista que me llamó la atención, ya que estaba con su indumentaria oficial, maletas y bolsos de viaje. Al menos en Buenos Aires, no es habitual ver a una persona tan cargada en un colectivo urbano. Me di cuenta de que acababa de llegar al país, luego de competir en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá.

[divider]CLAVES PARA EVANGELIZAR EN LAS REDES SOCIALES[/divider]

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Aprendamos a escribir para personas que no son religiosas

Un mismo tema puede ser abordado desde diferentes ángulos. Si la intención es que un contenido sea destinado para evangelizar, deberá orientarse al interés de los no adventistas, en forma tal que llegue a ser relevante para ellos. Para evaluar el grado de interés y de comprensión que despierta, se puede pedir ayuda a algún conocido que represente el grupo al que supuestamente va orientada la publicación. Puede ser frustrante el recibir críticas constructivas, pero son necesarias. Desde ya que, además, hay que usar un lenguaje comprensible para el potencial receptor, sin modismos religiosos o de consumo interno. Si el de afuera entiende, el de adentro también. En esto, el viceversa no funciona.

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Usemos los recursos que tenemos

El celular con el que se sacó la foto y se escribió la publicación que se viralizó tiene solo cinco megapixeles de resolución para la cámara principal, y no graba videos en full HD. A pesar de esas limitaciones, Dios pudo usarlo poderosamente. No es esencial contar con el último equipamiento para hacer cosas buenas. Muchas veces se gasta dinero innecesariamente, solamente para seguir el ritmo vertiginoso del marketing. A la hora de pensar en tecnología, es bueno tener lo necesario, y recordar que Dios liberó a su pueblo de Egipto únicamente con una persona que tenía un palo de madera en la mano.

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Publiquemos las experiencias de vida

La cultura posmoderna tiene sus prejuicios. Uno de ellos es que, supuestamente, no existen verdades absolutas; se cree que todo es relativo y circunstancial. Pero así como rechaza aquellas, acepta de buen agrado las experiencias de otras personas, que le muestren en la práctica que tal o cual cosa de verdad funciona. Esto conlleva un riesgo, porque Dios es absoluto, y no lo deberíamos presentar únicamente en el contexto de las experiencias subjetivas. El equilibrio está en las palabras de Jesús en Mateo 5:16: “Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Las experiencias de vida pueden ser la carta de presentación de Dios a las personas. Una vez despertado el interés, habrá que explicar los fundamentos.

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Seamos sensibles a la voz del Espíritu Santo

Dios tiene su agenda; y las personas, la suya. Él es muy creativo, y hasta a veces pareciera inoportuno para tocar el hombro de alguno de sus hijos y proponerle, a través de los pensamientos, alguna aventura misionera. Parecen planes arriesgados, y normalmente se los descarta. ¡Qué tragedia evangelizadora es rechazar los planes del gran Estratega! Hay que estar más atentos a la suave voz del Espíritu Santo y avanzar con santa osadía. [/cbtab][/cbtabs]

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Interactuemos con las personas

La web y las redes sociales son un ambiente un tanto hostil. Basta con leer los comentarios de las noticias para darse cuenta de esto. Hay poco respeto, cuidado y buen trato. Las personas están acostumbradas a eso, lo cual las lleva a esconderse detrás de una “armadura” protectora; pero, todas necesitan sentirse valoradas y apreciadas. La manera más directa de expresar esto es respondiendo a los mensajes y las consultas, y de ser posible también a los comentarios. Siempre con buenos modales y apertura de mente. En el trato uno a uno, se puede hacer mucho para que el mensaje eche raíces en el corazón.

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Usemos la creatividad

Frescura, informalidad, calidad visual, estética, contenidos breves, regularidad, pertinencia, claridad, humanidad, espiritualidad: son algunas de las características de los contenidos que atraen en Internet. Este mundo digital requiere animarse a producir exclusivamente para la web. No alcanza solamente con subir formatos concebidos para otros soportes. Gracias a Dios, ya hay muchos adventistas que desarrollan ministerios fructíferos a través de las redes sociales.

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Busquemos ser estratégicos para canalizar el interés

Este punto es clave. Tanto en la vida física como online, el interés despertado en las personas no adventistas debería ser orientado a la necesidad de fortalecer la fe a través de la lectura de la Biblia o de estudios bíblicos. La iglesia tiene un sitio en sudamérica que ofrece materiales para esto: www.estudielabiblia.com. En la Argentina, se está comenzando con una plataforma de estudios bíblicos online, donde la persona cuenta con el apoyo de un instructor: www.unaluzenelcamino.org.ar. También, podemos orientar la necesidad espiritual hacia la lectura del libro misionero de este año, mediante el sitio oficial libro.esperanzaweb.com

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Confiemos en Dios para predicar el evangelio al mundo entero

Un reconocido sitio web especializado en marketing analizó la viralización comentada en el texto central de esta página, y concluyó lo siguiente: “La carta y la foto explotaron en todos los medios del país, demostrando que por más que publicistas y marcas piensen miles de maneras de viralizar contenidos, muchas veces sin quererlo, una simple imagen y algo de inspiración terminan siendo la clave”. La palabra clave aquí es CREATIVIDAD; esa que viene de lo Alto y que está a disposición de cada uno nosotros. Necesitamos depender mucho más de Dios. Cuando el Señor lo decida, se completará la predicación del evangelio a todo el mundo en cuestión de horas. Si con una simple foto y unas pocas palabras realizó algo tan grande, cuánto mayor será el alcance cuando el Señor decida viralizar no una, sino millones de publicaciones de sus hijos alrededor del mundo. Debemos estar atentos. Ayer me tocó a mí, hoy puede tocarte a ti. No te olvides. Dios todavía rompe redes.[/cbtab][/cbtabs]Prácticamente ningún pasajero advirtió su presencia. Pensé en los deportistas, y la analogía que hace el apóstol Pablo con la corona que ellos buscan y la que recibiremos los cristianos. Antes de que ella bajara del ómnibus, me atreví a sacarle una foto con el celular; tenía ganas de compartir algo de esa experiencia en mi cuenta de Facebook. Pocas horas después, publiqué la foto junto con una reflexión, relatando la experiencia, compartiendo mi sentir y citando el texto bíblico de 1 Corintios 9:25. Pensé que sería interesante, tal vez, para mis amigos. ¡Pero jamás imaginé lo que podría llegar a ocurrir con algo tan sencillo! No tardaría en darme cuenta de que todo esto estaba siendo guiado por la providencia divina.

Después de unas pocas horas de subir la publicación, un amigo me escribió “¿Viste que el sitio de TyC Sports publicó la foto que sacaste, junto con la reflexión?” Pensé que era una broma, ¡pero ahí estaba el link que confirmaba todo! Mi sorpresa fue creciendo a medida que los “Me gusta”, “Comentarios” y “Compartidos” se sumaban por miles. Otros sitios también comenzaron a publicar la foto y la reflexión. Hasta insertaban mi perfil de Facebook en sus noticias, por lo cual muchas personas que entraban a leer los diarios digitales terminaban interactuando en mi cuenta. Las palabras que eligieron los redactores hablan por sí solas:

Además de los medios digitales, los tradicionales también le dieron difusión. El diario La Razón, de Buenos Aires, publicó la foto en la tapa. Unas diez radios de diferentes lugares del país se contactaron para hacerme entrevistas, como también varios canales de televisión. De estos, solo pude acudir a la invitación del canal 9 de Buenos Aires, para salir en vivo junto a la protagonista en el noticiero del mediodía. Allí, pudimos conversar animadamente, junto a su esposo, de lo que estaba ocurriendo. Desde ya, ella tenía mucha más demanda de la prensa. Entre risas, me dijo: “Jugué al básquet toda la vida, ¡y me hago famosa por viajar en colectivo!”

Mi cuenta de Facebook tuvo un crecimiento en contactos que fue explosivo. La había creado en el año 2007, y hasta el día de la foto tenía unos 1.000 amigos y 1.100 seguidores. La viralización trajo 10.000 nuevos seguidores en solo 24 horas. En total, la publicación tuvo 287.000 “Me gusta”, 15.000 comentarios, y fue compartida 194.000 veces. Además, 600 personas me escribieron mensajes privados desde 14 países. Entre ellas, hubo deportistas, sacerdotes, pastores, agnósticos, ateos, católicos, evangélicos, adventistas, personas en crisis o con dudas espirituales. La gran mayoría expresó palabras de gratitud y sensibilidad. Todas ellas merecían una respuesta personalizada. Esto abrió una gran oportunidad de testificación de persona a persona.

Atender a todo esto no me resultó fácil. Imagino que pocas personas estarán preparadas para que le suceda algo así, y yo no era una de ellas. Esa noche me quedé hasta tarde respondiendo muchos mensajes. Al despertarme al día siguiente, noté que tenía invitaciones de medios y de periodistas, además de muchos mensajes más que no cesaban de entrar. Confieso que me sentí tentado a concentrarme en todos mis desafíos laborales y personales, dejando de lado todo aquello. Pero el Señor fue bueno, y me llevó a considerar que, si depositaba en él mi confianza, juntos podríamos atender a ambas cosas. Humanamente parecía imposible, por eso hice un pacto especial con Dios: dispondría toda esa jornada para testificar a través de los medios, y él se encargaría del resto.

Mi parte incluía decir, en cada entrevista y respuesta a los mensajes, que este suceso había sido obra de Dios, que Jesús volverá y que yo era adventista. Entre lágrimas, rogué al Señor que me diera las palabras para poder hacerlo. En su amor, el Señor me guio para cumplir mi parte, y luego resolvió magistralmente mis desafíos personales y laborales. ¡Dios es inmensamente grande y, a la vez, cercano a sus hijos!

Mi gran desafío ante tamaña exposición era compartir el mensaje de esperanza con muchas personas. Para eso, el libro Viva con esperanza fue mi herramienta predilecta. Cuando visité a la deportista y a su esposo, les obsequié ejemplares a ellos y a los periodistas. Entonces publiqué esa foto también en Facebook, invitando a los nuevos seguidores de mi cuenta a descargar el libro digital de www.librovivaconesperanza.com (sitio oficial en Sudamérica para el libro misionero 2015).

Muchos comenzaron a hacerlo, y enviaban sus comentarios. También compartí el libro en cada respuesta a los mensajes privados. Desde el área web de la División Sudamericana me informaron que los accesos que tuvo el sitio desde la República Argentina a la fecha de la viralización fueron una cuarta parte que los del Impacto esperanza de ese año, ocasión en que toda la iglesia se movilizó para distribuir el libro impreso y digital. ¡Gloria a Dios por eso!

Solamente nuestro Padre celestial sabe cómo utilizó este suceso para su proyecto de salvación; yo únicamente puedo ver algunos indicios. Uno fue la experiencia con Bibiana, una argentina que vive en Las Vegas, Estados Unidos. Ella fue una de las cientos de personas que me escribió mensajes privados; solo que el suyo me desafió de manera particular.

Un sábado de mañana, me escribió pidiéndome un consejo. Había sido adventista de joven, pero hacía quince años que estaba lejos de Dios y de la iglesia. Era madre de dos niños, uno con autismo, y esposa de un hombre que no la apoyaba en su deseo de volver a Jesús. Trabajaba parte del día sábado, sabiendo que no respetaba el día del Señor; pero no se animaba a dar un paso de fe. Pude aconsejarla y, con respeto, animarla a visualizar que su problema no era el cuarto Mandamiento, sino el primero: no tenía a Dios como Dios, en su vida.

Con oración, la motivé a dejar su vida en manos del Señor y confiar en él. Lo hizo. Perdió el trabajo y también a su esposo, quedando sola con los niños. Pero el Señor la sostuvo con su mano cariñosa, mostrándole que él la acompañaba y que era el garante de su paso de fe. Volvió, feliz, a la iglesia, y al poco tiempo consiguió el mejor trabajo de toda su vida. Hoy es una adventista ferviente, y que lleva a otros a los pies de Jesús.RA

[divider]LA REVOLUCIÓN DIGITAL[/divider]

Por Rafael Rossi: pastor y director de Comunicación de la División Sudamericana.

La revolución digital ha golpeado nuestra vida abruptamente. El número de personas que utiliza los medios sociales en América del Sur está creciendo rápidamente cada día. Estas nuevas tecnologías no solamente afectan la forma en que hacemos las cosas, sino además principalmente a nuestros modelos y paradigmas. Las nuevas generaciones están más expuestas a diferentes estímulos que las generaciones anteriores, lo que da como resultado diferentes desarrollos cognitivos y sensoriales. Para los niños, tratar con los dispositivos tecnológicos es totalmente intuitivo, natural y sin complicaciones; por el contrario, no puede decirse lo mismo de las personas mayores.

Por lo tanto, la Iglesia Adventista entiende la necesidad de desarrollar estrategias que utilicen estas nuevas herramientas con el fin de aprovechar su alcance y de compartir el mensaje de esperanza de la Biblia.

Facebook oficial: fb.com/iglesiaadventistadelseptimodia

Twitter oficial: twiter.com/iasdsudamerica

Algunas acciones que se destacan en esta dirección son:

  • Proporcionar educación digital para pastores y dirigentes de iglesia, a fin de que identifiquen las herramientas así como el establecimiento de pautas de seguridad para su uso equilibrado.
  • Intensificar la producción de materiales relevantes en las redes sociales oficiales de la iglesia, para que este contenido sea compartido.
  • Crear herramientas modernas para llegar a las nuevas generaciones, como un medio de difusión de los valores cristianos de la vida.
  • Formar un grupo de evangelistas web para la producción de diversos materiales, de modo que estos sean publicados en las redes sociales personales.

Referencias:
1 Fuente: http://www.nacion.com/tecnologia/redes-sociales/Crece-internet-Latinoamerica-jovenes-sociales_0_1516048484.html
2 http://www.merca20.com/la-carta-a-una-atleta-de-los-panamericanos-que-se-viralizo-en-facebook

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2 Comentarios

  1. Santiago López Blasco

    Un honor escribir este artículo sobre redes sociales para la Revista Adventista. El secreto para que una publicación llegue a muchas personas es uno: Estar atentos a los planes de Dios y poner lo mejor de nosotros para ser parte de ellos.

    Responder
  2. Félix R. Mulato L.

    Saludos y bendiciones de lo alto para ti y tu Ministerio. Excelente su artículo «Reflexiones sobre el Evangelismo Digital». Es muy difícil lograr esa masificación que queremos, deseamos y esperamos, cuando, incluso, su excelente artículo está bloqueado!! Feliz Día!!

    Responder

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