Claves para que 2024 sea el año más feliz de nuestra vida.
Hermanos, ¿pueden mirar hacia atrás, hacia su vida durante el año pasado, y sentir satisfacción? ¿Han progresado en su caminar hacia el Cielo? ¿Han ido venciendo su orgullo de corazón y se están volviendo más humildes, más mansos, como Jesús, el hermoso Modelo a seguir?
Ha comenzado un nuevo año, y con el comienzo de este nuevo año debemos consagrarnos a Dios. Entréguense a él en alma, cuerpo y espíritu, para hacer su voluntad. Que todo el egoísmo, todas las faltas y pecados mueran con el año que termina. Comiencen este nuevo año para la gloria de Dios. Ruéguenle, mañana, tarde y noche, que les conceda un espíritu manso y humilde, un temperamento suave, una disposición afectuosa.
Vivan como nunca han vivido. Comiencen este nuevo año con nuevos sentimientos, nuevos deseos, y una firme determinación de glorificar a Dios.
Este año puede ser el más feliz de su vida; pueden hacer más bien a los demás de lo que nunca han hecho. Pueden ser un consuelo para sus padres y una bendición para todos los que los rodean. Comiencen bien el año, dedicándose a Dios. Dediquen una parte de su tiempo cada día a pedirle fortaleza, para que puedan resistir al mal, y vencer cada día, hasta que sea fácil orar y creer.
Que sus pensamientos se enfoquen menos en las cosas de la Tierra y más en las del Cielo. Cuando estén con sus amigos, hablen de Jesús en vez de su ropa y apariencia,
¿Aman a Jesús? Si es así, les gustará hablar de él. ¿Aman su pronta venida? Si es así, les encantará hablar de eso, ¿Les atrae el Cielo? Si es así, no podrán callarse. Hablarán de eso; porque siempre lo tendrán en la mente. Cuando se reúnan con sus amigos, estarán listos para conversar de lo que más les gusta y de lo que más piensan. Hablarán de sus esperanzas del Cielo, sus alegrías, sus perspectivas eternas, y entonces cuando se separen de sus amigos habrán sido beneficiados por relacionarse mutuamente. Tendrán una dulce satisfacción cuando se encuentren y cuando se separen, en lugar de un sentimiento vacío en el alma. […]
Es necesario tener una experiencia espiritual. Si aman a Jesús, su vida estará marcada por ese amor. Lo mostrarán a otros. No serán malhumorados. Deben velar y orar, y el Señor los ayudará a vencer. No descuiden su preciosa Biblia. Me duele el corazón al darme cuenta de lo poco que algunos aman su Biblia. Incluso algunos que profesan amar a Dios a menudo aman más los libros de cuentos y las historias ficticias que la Palabra de Dios.
Queridos hermanos, enfóquense en su destino eterno. Amen lo que Dios ama y que sus pensamientos se concentren en el Cielo. No permitan que la mente se llene de esta Tierra, de vanidad y orgullo. Tendrán pruebas, pero acudan a Jesús en busca de paciencia y fortaleza para que puedan mantener la victoria. Que su confianza esté plenamente en Dios. Recuerden que Jesús murió para salvarlos; ¿no pueden negarse a sí mismos por Jesús y por el bien de los demás?
Jesús ha ido a preparar mansiones para los que lo aman, para que donde él esté ellos también estén. Si son fieles, irán a esas mansiones benditas. Todo será alegría, belleza y hermosura. Allí nunca vendrán las pruebas. Allí nadie dirá: “Estoy enfermo”. El Cielo, dulce Cielo, será nuestro bendito y feliz hogar.
*Texto extraído de “A New Year”, The Youth’s Instructor, 1º de enero de 1856.
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