Herramientas útiles para profundizar el estudio de la Biblia.
Quiero comenzar la última entrega de esta columna agradeciendo al equipo editorial de la Revista Adventista por su amable invitación. En lo personal, ha sido una bendición y una aventura; experiencias que espero que hallen eco en los apreciados lectores.
Al tratarse de documentos de distintas épocas y escritos en lenguas muertas, buena parte de la riqueza conceptual de la fraseología y de los símbolos de la Biblia, claramente visibles y apreciables para los destinatarios originales, resulta ajena para nosotros –a primera vista– siglos después.
En tal sentido, sugiero a continuación algunas fuentes bibliográficas de mucho provecho al momento de profundizar en el conocimiento de la santa Palabra:
1-Interpretación bíblica. El Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General produjo en años recientes dos libros muy importantes sobre interpretación bíblica: Entender las Sagradas Escrituras (ACES, 2010) e Interpretación de las Escrituras (ACES, 2012), en los que se explican alrededor de cien textos cuyo contenido ha desafiado a los lectores de la Biblia a lo largo de la historia. Ambos materiales constituyen recursos muy valiosos.
2-Traducciones bíblicas modernas. Siendo que toda traducción es en sí misma una interpretación, las versiones bíblicas modernas son una suerte de comentarios bíblicos en estado embrionario. De ahí que resulte un paso interpretativo particularmente esclarecedor cotejar la porción bíblica bajo estudio en distintas traducciones.
3-Biblias de estudio. La Iglesia Adventista lanzó en años recientes su primera y única Biblia de estudio: Biblia de Estudio Andrews (ACES, 2015), cuya versión bíblica de base es la Reina-Valera 1995. Las introducciones, los mapas y, de manera especial, las informadas notas al pie con datos y comentarios de diversa índole y extensión auxilian al lector en el proceso de interpretación de los textos.
4-Comentario bíblico. El Comentario bíblico adventista es el emprendimiento de interpretación bíblica más importante de nuestra iglesia hasta el presente. Además de las claras e instructivas explicaciones, no se debe pasar por alto los pertinentes artículos generales que introducen cada volumen. Se trata, pues, de una obra de inestimable valor bíblico, histórico y teológico.
5-Diccionario bíblico. El Diccionario bíblico adventista (ACES, 2011) es una obra de consulta indispensable con información clara y relevante sobre personajes, lugares y libros bíblicos, entre otros muchos temas.
6-Tratado de teología. El Tratado de teología adventista del séptimo día (ACES, 2009) es una detenida y madura exposición bíblico-teológica acerca de las principales doctrinas y prácticas de los Adventistas del Séptimo Día. Una presentación más breve y accesible sobre los mismos temas se encuentra en Creencias de los adventistas del séptimo día (ACES, 2007).
7-Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General. El Instituto de Investigación Bíblica ha puesto a disposición, en su página web, cientos de materiales de biblistas y teólogos adventistas sobre diversos textos bíblicos y temas teológicos; una verdadera mina de oro de divulgación científica adventista en línea.
8-Revistas confesionales. La Revista Adventista, la Revista del Anciano y la revista Ministerio albergan en sus páginas importantes artículos sobre temas bíblicos. Por ejemplo, la Revista Adventista cuenta en su sitio web con las columnas: “Daniel”, “Apocalipsis”, “Del texto al concepto” y “Doctrinas distintivas”, las cuales proporcionan mensualmente importantes vislumbres interpretativas sobre distintos pasajes bíblicos.
Para terminar, destaco una inspirada y sensible exhortación de Elena de White: “Debe haber estudio serio e investigación profunda. Las percepciones claras y exactas de la verdad no serán nunca la recompensa de la indolencia. Ninguna bendición terrenal puede obtenerse sin esfuerzo ferviente, paciente y perseverante”. Y agrega: “Es esencial para los ancianos y los jóvenes no solo leer la Palabra de Dios, sino también estudiarla con fervor y consagración, orando e investigando para hallar la verdad como tesoro escondido. Quienes hagan esto serán recompensados, pues Cristo avivará el entendimiento” (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 82, 83).
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