La escena ocurre en un vuelo sobre el Atlántico, desde los Estados Unidos rumbo a Londres. La mayoría de los pasajeros está durmiendo o descansando. De repente, casi la mitad de los pasajeros desaparece. Primero uno, luego otro de los pasajeros que quedan se percatan de que su compañero de asiento ha desaparecido, dejando atrás únicamente su ropa. Comienzan a llorar, gritar y saltar de sus asientos. Los padres buscan frenéticamente a sus hijos, pero todos los niños han desaparecido también.
¿Ciencia ficción? No exactamente. Se trata de una escena del primer tomo de la famosa saga Left behind [Dejados atrás], escrita por Tim LaHaye y Jerry B. Jenkins. Estos libros se basan en la teoría de que, siete años antes de la segunda venida de Cristo, los cristianos fieles serán “raptados”, llevados al cielo. ¿Por qué siete años? Porque una de las bases de esta teoría es la interpretación de que el cumplimiento de la última semana de las setenta semanas proféticas referidas al Israel literal, en Daniel 9:24 al 27, aún está en el futuro.
En realidad, esta creencia no es nueva. Sus raíces se remontan a la contrarreforma, impulsada por el catolicismo romano para contrarrestar la acusación de los reformadores protestantes de que el Papa era el anticristo. Así, los teólogos católicos propusieron que las profecías bíblicas referentes al anticristo se cumplirían en el futuro (futurismo). Estas ideas fueron luego retomadas por John Nelson Darby, considerado el padre del dispensacionalismo. Fue él quien comenzó a popularizar el concepto de un “rapto secreto” de los verdaderos creyentes antes de la venida visible de Cristo, dando lugar a la septuagésima semana destinada al Israel literal. Hoy, la inmensa mayoría de los cristianos evangélicos han aceptado los principales pilares de la escatología dispensacionalista de Darby. Analicemos los principales presupuestos de esta doctrina a la luz de la Biblia:
Puede que la saga Dejados atrás sea muy popular, y sus ideas muy difundidas, pero la enseñanza bíblica está sólidamente en contra de ella. El dispensacionalismo y el rapto secreto claramente no pasan de la especulación humana y la fantasía teológica. “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha” (2 Ped. 1:19); por lo tanto, no debemos tener temor de ser “dejados atrás”, pues aguardamos la “esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13), que no hace las cosas en secreto, sino que vendrá “con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios” (1 Tes. 4:16), “sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mat. 24:30), “y todo ojo lo verá” (Apoc. 1:7). “Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Apoc. 22:20). RA
ARREBATAMIENTO