La cuarentena por la pandemia del nuevo coronavirus comenzó a mediados de marzo en los diferentes países de Sudamérica. Meses antes de estas decisiones de los gobiernos nacionales, se habían viralizado en las redes sociales mensajes relacionados con alimentos y dietas que podrían protegernos contra este virus.
Pongamos “sobre la mesa” lo que realmente nos recomiendan las autoridades oficiales. Veremos cómo estas recomendaciones se relacionan con los principios de los ocho remedios naturales, que hace tantos años forman parte del mensaje de salud de nuestra iglesia.
Aunque ninguna dieta o alimento puede impedir que nos contagiemos, un sistema inmunitario saludable protegerá nuestro cuerpo de todo tipo de infecciones virales, no solo del COVID-19.
Existen nutrientes que afectan la inmunidad, y consumirlos en cantidad excesiva no fortalecerá la inmunidad ya construida, pero incorporarlos en una alimentación correcta evitaría el deterioro de la inmunidad. Veamos entonces cuáles son estos nutrientes relacionados con el sistema inmunitario, y en qué alimentos se encuentran, para incorporarlos en nuestro menú semanal.
- Vitamina A (betacaroteno): Vegetales de color naranja y amarillos, como calabaza, batata, zanahoria y mango. También se encuentra en la espinaca, el brócoli y el tomate.
- Vitamina C : Cítricos, morrón, kiwi, frutos rojos, melón, tomate, brócoli, repollos de Bruselas.
- Vitamina D: Se produce en el cuerpo al exponerse al sol. Recomendamos por lo menos diez minutos de exposición por día.
Estas tres vitaminas son antioxidantes, y también sirven para prevenir otras enfermedades inflamatorias como la obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes, las cuales se cobran muchas vidas por día
- Zinc: Germen de trigo, frutas secas, tofu, legumbres.
- Proteínas: Legumbres (porotos, lentejas, arvejas secas, garbanzos), semillas de zapallo, frutas secas, yogures magros y huevo.
Es primordial mantener una alimentación saludable para no desmejorar nuestro sistema inmunitario, ya que este es nuestra mejor defensa. Una dieta basada en plantas es la mejor opción en este momento tan delicado.
Un beneficio adicional de una alimentación balanceada y saludable es que esta nos ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad. Esta enfermedad inflamatoria deteriora el funcionamiento de los macrófagos y las glóbulos blancos; nuestro sistema inmunitario se desmejora y se puede abrir la puerta al contagio del COVID-19.
Resumen
- Aumentemos el consumo de frutas, hortalizas, legumbres, cereales y sus productos derivados (el pan o la pasta), arroz y otras semillas —principalmente en sus variedades integrales— y frutos secos.
- Tratemos de disminuir el consumo de alimentos de origen animal (carnes y lácteos muy altos en grasas), alimentos industrializados con exceso de azúcar y bebidas azucaradas.
- Para no boicotear al sistema inmunitario es necesario dormir bien.
- El alcohol y las drogas disminuyen las defensas del organismo.
- Exponernse al sol, tomar mucha agua y hacer ejercicio físico también serán buenos aliados.
Estas son las recomendaciones para la alimentación saludable durante la pandemia del COVID-19 delineadas en guías nacionales e internacionales. No podemos pedirle a nuestro cuerpo que pelee solo; debemos realizar todo lo que está en nuestras manos para mantenerlo fuerte y poder pedirle ayuda a Dios. Estemos tranquilos, sin entrar en estado de angustia, confiando en Dios.
Fuentes:
- Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, “La FAO ofrece siete consejos de alimentación para enfrentar la crisis del COVID-19 y respuestas sobre su impacto en la alimentación y la agricultura”. Disponible aquí.
- Academia Estadounidense de Nutrición y Dietética, EatRight Pro, “How to Keep Your Immune System Healthy”. Disponible aquí.
- Arthur Simonnet et al., “High Prevalence of Obesity in Severe Acute Respiratory Syndrome coronavirus-2 (SARS-CoV-2) Requiring Invasive Mechanical Ventilation” en Obesity (Silver Spring), 9 de abril de 2020 (publicado en línea antes de su impresión). Disponible aquí.
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