¿Cansado de esperar sin que nada suceda?
Todos tenemos sueños en la vida: conocer el amor, tener un buen trabajo, terminar la universidad… Desde luego, a veces en la espera nos cansamos y pensamos que jamás lo lograremos. Solo porque no pasa eso no significa que no lo vas a lograr. Dios empezó algo en tu vida y lo va a terminar. El salmista nos anima: “Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré” (Sal. 91:2).
En este 2022, las bendiciones llegarán a tu vida justo a tiempo. Mientras tanto, sigue creyendo, sigue orando y sigue preparándote. Esto encenderá tu fe. ¿Será mejor este año o no? No sé. Tu trabajo no es adivinar el futuro, tu trabajo no es deprimirte, tu trabajo es creer: creer que Dios guiará tu camino y traerá bendiciones.
Después de cinco años de estudio de la carrera de Psicología, solo me faltaba pagar el examen de grado, que en Chile cuesta dos mil dólares. Estaba trabajando para juntar ese monto y la Universidad entro en una gran crisis financiera. Una tarde, el contador de la Universidad me llamo contándome la situación de cierre de esa casa de estudio y que antes de fin de mes debían estar cerrados todos los exámenes. Yo tenía que pagar una fortuna que no tenía, a riesgo de perder toda mi carrera. Mi futuro era incierto.
Una semana antes de que se cumpliera la fecha de pago, recibí una llamada de mi madre. Ella es jubilada y, sin embargo, es una tremenda mujer de trabajo, que jamás pidió prestado y toda su vida nos sacó adelante con trabajo duro. En la conversación, ella me dijo: “Hijo, ¿cómo estás? ¿Almorzaste?” (Creo que eso es lo que siempre preguntan las madres.) Y luego me dijo: “Sabes que a todos los jubilados nos llegó un bono al banco. Yo no necesito nada, así que sentí en mi corazón regalarte este bono para cualquier gasto que tengas. Ahora te estoy transfiriendo a tu cuenta dos mil dólares”.
Justo a tiempo para Dios significa el tiempo perfecto, ni antes ni después. Es el tiempo sagrado que Dios tiene para acrecentar tu fe; así que, ten paciencia. El error es cuando le pedimos a Dios que sea a nuestro tiempo y a nuestra forma.
Puede ser que estés desanimado, pero recuerda que Dios tiene un nombre especial: Jehová-jireh (Gén. 22:14), que significa “Dios proveerá”.
Ahora prepárate para disfrutar de la bendición que Dios tiene para ti este año. Dios puede hacer un milagro en tu vida. Mira hacia atrás, donde Dios abrió un camino correcto. Solo recuérdalo y cree. Te queda mucho aún por ver del poder de Dios.
Haz que quienes te conocen digan: “Esta persona es feliz y tiene buena actitud” y que esto suceda no por ti, sino por la obra que Dios hizo, hace y hará en tu vida.
Honra a Dios en tu vida, y sus bendiciones te encontrarán. Prepárate para ver cosas extraordinarias.
Amén.
Lo necesitaba leer. Dios sabe todo de nosotros, sólo debemos confiar. Muchas gracias por la lectura. Dios le siga bendiciendo.