Diciembre es un mes particular para muchas personas. Las calles se llenan de rojo y verde, y las alusiones a la Navidad aparecen por todas partes. Pero el consumismo y la glotonería suelen marcar este tipo de celebraciones. ¿Qué hacer para tener una Navidad diferente?

La pregunta está instalada y, como Iglesia Adventista del Séptimo Día, debemos dar una respuesta: ¿Cómo podemos ayudar a las personas en esta Navidad?

Para contestar a este interrogante, se creó Más amor en Navidad, un proyecto social que en primer lugar provee una cena de Navidad digna a personas que viven en la pobreza, y que en esta fecha festiva no tienen ni siquiera lo básico para sobrevivir: un plato de comida.

Sin embargo, el proyecto va más allá de la atención a individuos o a familias carenciadas; es sensible a la situación de niños y ancianos que viven en instituciones de caridad, destinándoles alimentos y otros bienes recaudados.

También, parte de los alimentos está reservada a ADRA [Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales], para dar respuesta a las emergencias y las catástrofes que afectan a miles de personas cada año.

Además de alimentos, el proyecto Más amor en Navidad recauda y distribuye ropa, calzados y juguetes para niños que jamás tendrían la oportunidad de contar con esa alegría. También motiva a sus participantes y colaboradores a donar sangre y médula ósea, que significan vida para muchas personas enfermas, y los moviliza a implementar otros proyectos sociales de desarrollo comunitario.

Más amor en Navidad nos lleva a mirar con amor a los que sufren en la esclavitud de la pobreza, la miseria, el hambre, el analfabetismo, el rechazo, el desamparo y la exclusión social, y nos impulsa a actuar no solo en Navidad, sino durante todo el año.

A su vez, Más amor en Navidad nos hace pensar que las personas que entran en contacto en esta ocasión no solo buscan ayuda y alegría momentáneas, sino soluciones duraderas, definitivas, que restauren su dignidad. Están en busca de herramientas que les brinden la posibilidad de desarrollarse como personas y alcanzar una vida mejor.

Este proyecto trae la esperanza de que todavía existe amor genuino y desinteresado; la esperanza de que todavía existen personas dispuestas a salir de la reclusión de su propia vida, para demostrar preocupación por los que están a su alrededor. Esperanza en que, a pesar de las barreras y los desafíos, es posible transformar vidas.

Más amor en Navidad nos hace recordar que aquel que nació y se hizo uno entre nosotros, se angustia con los momentos de sufrimiento de cada una de sus criaturas. Y espera que nosotros, los que profesamos ser sus seguidores, tengamos el mismo sentimiento y desbordemos con el deseo de actuar contra los frutos del pecado, utilizando nuestros talentos, recursos y tiempo para aliviar la carga de otros en su nombre.

¿Por qué en Navidad?

La vida agitada que tenemos muchas veces sofoca y enfría el corazón, volviéndolo insensible a lo que sucede a su alrededor. Sin embargo, hay momentos en que, sin importar cuán duro esté, somos tocados por el amor que nos enternece, haciéndonos más solidarios, dispuestos a colaborar y a ayudar a los más necesitados. Uno de esos momentos es, justamente, la Navidad. Por tal motivo, las acciones de este proyecto tienen su auge en la época de Navidad; por eso Más amor en Navidad.

Pero el proyecto no se limita a este momento. El espíritu solidario y los recursos recaudados deben perdurar durante todo el año. Debemos ser conscientes de que esta iniciativa no debe suceder solo en Navidad.

“Ruego a Dios que este sentimiento no sea algo que se realice solo en Navidad. Ojalá habite en nuestro corazón todos los meses, todas las semanas, todos los días. Que esa solidaridad, ese acto de amor que se da al prójimo, sea una acción que se practique desde el momento de despertar hasta el de ir a dormir”, expresó el periodista Celso Freitas.

Entonces, ¿cómo puedo participar?

1- Soy miembro de la Iglesia Adventista, y mi iglesia está realizando el proyecto Más amor en Navidad. Posiblemente tu iglesia esté dividida en equipos. Por lo tanto, busca al coordinador del proyecto en tu iglesia, y él te dará orientaciones sobre cómo puedes integrarte. El director del equipo te dará información sobre cuál es la mejor manera de participar.

2- Soy miembro de la Iglesia Adventista, pero mi iglesia no está realizando este proyecto. Primero, averigua si este año tu iglesia organizará el proyecto. Si recibes una respuesta negativa, incentiva a los líderes a involucrarse con esta idea todavía en el año en curso, o a realizar preparativos para el próximo año.

Tú también puedes formar un equipo de voluntarios y ayudar en uno de los equipos de una iglesia que está participando. Adquiere experiencia para poder ser útil cuando tu iglesia decida realizar el proyecto.

3- Soy amigo de la Iglesia Adventista y me gustaría participar. No necesitas ser miembro de la iglesia para formar parte de este proyecto. Puedes participar de diversas maneras; todo depende de la forma en que desees integrarte. Primero, elige una iglesia entre las que están participando de Más amor en Navidad, y ponte en contacto con los organizadores del proyecto. Puedes ayudar realizando donaciones, participando como miembro de un equipo, y también formando un equipo de voluntarios para ayudar recaudando alimentos.

En acción: ¿Cómo realizar la distribución?

La comisión organizadora debe elaborar un plan para la distribución de alimentos y otros bienes recaudados. Debe realizarse una investigación con el fin de ayudar a los que de verdad lo necesitan. Esto da trabajo, pero también da resultados.

Para la selección de los beneficiarios, debe tomarse en cuenta lo siguiente:

1- Las necesidades de Acción Solidaria Adventista (ASA) de la iglesia local. Es recomendable coordinar esta actividad con ASA de tu iglesia, pues esta probablemente debe tener un registro de personas o familias carenciadas identificadas como prioritarias para la asistencia, debido a su situación socioeconómica. Además, ASA podrá utilizar parte de los alimentos recaudados para promover cursos de alimentación saludable y educación nutricional, especialmente para familias necesitadas con niños menores de cinco años, como prevención de la desnutrición.

2-Las necesidades de ADRA. ADRA utilizará los alimentos y otros bienes en dos frentes:

-En los proyectos de respuesta a emergencias y catástrofes, que cada vez están sucediendo con mayor frecuencia y poder destructivo.

-En los proyectos de desarrollo comunitario para la preparación de alimentación complementaria ofrecida, por ejemplo, en los Núcleos Infantiles y Centros Adventistas de Desarrollo Comunitario (CADEC).

3- Las necesidades de instituciones asistenciales tales como asilos, refugios, orfanatos, guarderías, etc., identificadas con preferencia en el barrio o la región donde está ubicada la iglesia. Tener un plan de distribución genera confianza, credibilidad, y derrumba preconceptos de los donantes. Además, elimina la posibilidad de que algunas personas piensen que solo la iglesia involucrada es quien recibe los beneficios. Recuerde que cada donante confió al proyecto un bien que él considera que será utilizado de la mejor manera posible. Por lo tanto, recaudar es importante, pero distribuir correctamente es una responsabilidad.

Además, deben establecerse fechas, horas y lugares para la distribución, con la participación de todos los equipos y de los donantes.

En resumen, la distribución debe hacerse bien planificada, organizada y con buen criterio.

Para las donaciones de sangre y médula ósea, la comisión organizadora debe contactar bancos de sangre u hospitales, y coordinar con el proyecto, de los jóvenes adventistas, Vida por vidas. RA