GRUPOS PEQUEÑOS, GRANDES RESULTADOS

09/06/2018

Más de mil centros de predicación y más de mil bautismos, en un despliegue misionero sin precedentes para la ciudad. Y, lo más importante: una hermandad involucrada en llevar almas a los pies de Jesús. En este mes, compartimos un informe especial de los enviados de la Revista Adventista a Bolivia, entre el 24 y el 31 de marzo de 2018.

Dora llora. Tuvo una embolia en diciembre pasado; apenas puede caminar. Su hijo también enfermó y no puede trabajar. Su madre ya es anciana, y se cayó hace poco. Está postrada y sufre. La vida se viene encima. Peor, imposible…

Dora llora y pregunta el porqué. No entiende. La vida se le desgarra. En esa calle de tierra, poceada y con charcos de agua del barrio Blooming (Anillo 8 de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia), la lucha entre el bien y el mal se hace evidente.

Entre una mesa destartalada, varias macetas oxidadas, chapas y escombros, asoma en la pared el escudo pintado de un popular club de fútbol de la ciudad. Pero Dora, que parece que en la vida “pierde por goleada”, se emociona con nuestra visita. David, el consagrado anciano de la Iglesia Adventista “Héroes de la fe” –lo primero que me dice con toda firmeza es: “Soy taxista, pastor, y como trabajo de manera independiente estoy a disposición para visitas en cualquier momento”– encuentra las palabras justas para animarla. Hago lo propio. Leemos la Biblia. Oramos. Prometemos venir a buscarla para llevarla a las reuniones de Semana Santa.

Sin duda, serán días especiales. Llegamos a esta hermosa ciudad el viernes 30 de marzo, y el sábado 31 comenzamos con las predicaciones en las iglesias, las visitas misioneras y los estudios bíblicos en los Grupos pequeños (GP).

“Semana Santa aquí implica un gran desafío. Todo empezó a moverse desde octubre pasado, cuando los líderes de GP y de iglesia lanzaron el plan. La Misión del Oriente Boliviano (MOB) tuvo como desafío tener 1.000 GP, y hasta hoy ya hay 1.013”. Las palabras están bañadas de entusiasmo. Se suceden, una a otra, casi atropellándose. Quien las dice es el Pr. Adonirám Alomía, director de Evangelismo, Ministerio Personal y Acción Solidaria Adventista de la Unión Boliviana (UB). 

También nos informa que llegaron a predicar a Santa Cruz esta semana 43 pastores de la División Sudamericana (DSA), entre administradores, directores de departamentos, el cuarteto Arautos do Rei y pastores de las instituciones, como Nuevo Tiempo y la Asociación Casa Editora Sudamericana. A esto se le suman 22 pastores de distrito de Santa Cruz y directores de departamentos y administradores de instituciones de la MOB y de la UB. Además, se contó con la presencia de los pastores Ramón Canals y Jim Howard, director y director asociado del Ministerio Personal de la Asociación General, respectivamente.

“Es la primera vez que hay semejante despliegue aquí”, continúa entusiasmado. “Están todos. Es la primara vez, y creemos que será la única. Por eso estamos movilizando muchos recursos humanos y económicos, a fin de que sea una bendición grande para la iglesia. Mi sueño, como líder en el Ministerio Personal en esta Unión, es que todo miembro esté involucrado en la misión. Y, poco a poco, se cumple. Aquí, en la UB, tenemos al sesenta por ciento de los miembros anotados y participando en un GP, con un ministerio por desarrollar”. Sin duda, es para entusiasmarse.

Sin cálculos matemáticos exactos ni porcentajes estadísticos, llego a la iglesia que me asignaron para predicar y lo compruebo: todos están en acción (desde la Recepción, el audio, los estudios bíblicos, la decoración y la actitud misionera; eso, por sobre todo). El nombre de la iglesia impresiona: “Héroes de la fe”; pero su lugar de cultos, no. Es un humilde salón alquilado, sin ventanas, al que se entra luego de levantar una pesada persiana que cuesta trabar.

“¡Tenga cuidado, pastor! ¡No se apoye allí!”, me advierte Mara, la directora del Club de Conquistadores. ¡Tarde! Mi descuido ya lo hizo posible. Acerqué demasiado la manga de mi camisa al riel donde la persiana se sube. La grasa oscura ya contrasta con el blanco de la prenda… Nada que no se solucione con un buen lavado.

Pero, en el barrio hay otras “manchas”. Por medio del alcohol, la droga y el concubinato, el pecado hace estragos en muchos familiares de miembros de iglesia y en muchos exmiembros. Las marcas del pecado, ¡esas sí que son complicadas! Por eso, como auténticos héroes de la fe, los miembros de esta iglesia y su pastor (Carlos Segovia) trabajan incansablemente para rescatar a las almas del camino del mal. Para esto, un método muy efectivo son los GP.

Más que vencedores

“Ahorita tenemos tres GP: Vencedores, Jardín del Edén y El rey que viene. Nos preparamos desde el mes de octubre para Semana Santa. Empezamos a dar estudios bíblicos, a fin de tener la cosecha ahora. Muchos hermanos se unieron. Funcionan los tres grupos haciendo su campaña”, sostiene Nancy Prado de Roca, esposa de David Roca, coordinadora de Grupos pequeños de “Héroes de la fe”.

Nancy y David respiran la misión. Tanto ellos como su pequeño hijo (Joseph, de diez años) viven enfrente del salón donde se reúnen y se encargan de casi todo. Son adventistas desde hace casi veinte años, luego de un largo periplo lejos de Dios. “Yo iba a la iglesia desde niña, pero cuando era joven me aparté varios años”, relata Nancy. Así conoció a David, un católico practicante, y se constituyeron como pareja. Pero Dios tenía otros planes. Nada es casualidad secular; todo es providencia divina. Justamente, la amabilidad de las personas fue el factor determinante para que David se interesara en la Iglesia Adventista. “Mi madre oraba mucho por nosotros”, se emociona Nancy. “Ella hacía ayunos. David y yo teníamos una vida muy difícil, complicada […]. Cuando íbamos a visitar a mi mamá, ella nos invitaba a la iglesia. Y, cuando estábamos allí, todos eran muy simpáticos; nos recibían tan bien. Eso a mi esposo le gustó; le llamó la atención. Y así empezó a acercarse a la iglesia”.

Pero nada fue sencillo. “Tuvimos muchas luchas”, dicen. Como un lejano recuerdo, me cuentan que David era muy católico, y que quería obligar a Nancy a persignarse y a ir a misa. ¡Él nunca se perdía una procesión ni ningún programa de Semana Santa en la Iglesia Católica! Las vueltas de la vida fueron así: luego de estudiar la Biblia, ambos se bautizaron en la Semana Santa del año 2000. ¡Y ahora lideran esta actividad en su iglesia con santo fervor!

“David es anciano y yo soy coordinadora de GP porque nos apasiona la actividad misionera”, cuenta Nancy. Y nos revela secretos para el éxito en esta tarea y algunos consejos. “La clave para que funcione un GP es orar mucho y motivar a los líderes para que no se desanimen. Creo que los GP son muy positivos para la iglesia. Soy fruto de una campaña de Semana Santa, así que, tenemos el privilegio y la responsabilidad de trabajar para Dios. El GP tiene varias ventajas: como somos pocos, hay mucha relación. También estudiamos más la Biblia y conocemos más a Dios. Obviamente, no deben faltar los refrigerios. Lo hacemos con mucho cariño y mucho amor, porque de esa manera también recibimos más bendiciones de Dios”.

Eva en el “Jardín del Edén”

Pasan los días de la semana, y seguimos visitando interesados en estudiar la Biblia. Así, una noche llegamos a la casa de la hermana Eva Padilla Copa, que tiene en su casa un GP llamado Jardín del Edén. “Le pusimos ese nombre porque pensamos que no lo hay en otro GP así, y porque desde aquí nació la iglesia Héroes de la fe. Sí, todo surgió aquí, en casa”, comenta Eva. Ellos se reúnen hace más de un año, todos los viernes de noche.

“Aproximadamente, somos unas quince personas. El año pasado bautizamos cuatro almas por el trabajo del grupo, y este año esperamos una cantidad similar”, aporta Eva, y luego explica las motivaciones para ofrecer su hogar para esta actividad. “Soy adventista desde pequeña. Hace 12 años vine desde La Paz hacia Santa Cruz. Ya me siento una camba (risas). Tengo 52 años, y 5 hijos. Hago un GP en casa, principalmente, para beneficio de mi familia, es decir, de mis hijos, mis yernos y mis nietos; por ellos, más que nada. Tengo 6 nietos. Haciendo un GP me siento feliz, muy feliz. En este momento, tengo 3 estudios bíblicos. Y, hasta donde recuerdo, he llevado a unas 6 personas al bautismo”.

Eva se siente un instrumento en manos de Dios. Estudia la Biblia cada mañana (“Es mi mejor hábito”, declara), y no se cansa de decir que lo que más le gusta es dar estudios bíblicos. Trabaja vendiendo en un puesto, ubicado en una ramada. “Cuando tengo que dar un estudio, cierro todo y voy. En cualquier rato puedo salir. Y eso no disminuye mis ventas: me va muy bien porque trabajo para Dios”, explica. Y, con el aval de la experiencia, aconseja: “Si tú no tienes un GP, ¡hazlo! Pero antes estudia la Palabra de Dios. Es todo. Jesús ya viene al encuentro de nosotros. Haz el GP. Pídele a Dios paciencia para hacerlo y poder; él me los dio a mí. Se los dará a ustedes también”.

Y es así. La noche es algo fría, pero en el GP de Eva se percibe calidez. Niños y adultos comparten los cantos. Luego se separan. Unos, a pintar y jugar; y los otros, a ver la película “Libertad”. Alguien comparte conmigo un vaso de chicha. “Está recién hecha”, advierten con entusiasmo. “Es rica”, argumentan, porque me ven con pocas ganas de probarla. Doy un sorbo. No puedo dar otro, porque enseguida los niños me rodean y me preguntan cosas. No soy la atracción del lugar porque tenga algo especial; simplemente, soy “un desconocido”. Eso, de por sí, ya atrae. Y porque están felices de tener un visitante. “Nadie viene hasta aquí”, ríe alguien. Estamos casi en el Anillo 9.

La noche se termina, pero me voy feliz. No puedes irte de otra manera del “Jardín del Edén”.

El Rey que viene

Optaciano (“Soy el hombre que no tiene tocayos”, se presenta entre risas) llega siempre puntualmente al hotel donde nos hospedamos. Su auto luce siempre impecable. Músico jubilado del Ejército (toca el trombón), Optaciano es un laico muy activo. Durante la semana, su tarea es ayudarme en el traslado hasta la iglesia y por el barrio, haciendo las visitas. Conoció el evangelio en 1985, pero recién tomó la decisión de bautizarse el año pasado. “Tardé mucho en cambiar mi vida”, cuenta mientras está atento a las señales del tránsito. “Pienso que tendría que haber ingresado antes a la iglesia. Me arrepiento de no haberlo hecho. Por eso, ahora les digo a todos que lo hagan”. Y lo hace. En varias visitas misioneras, Optaciano deja oír su voz y ayuda en la apelación para la toma de decisiones. La vida es una escuela de aprendizaje; los errores también enseñan. Él lo sabe y lo deja en sana evidencia.

Feliz, más allá de que una noche pinchamos un neumático y otra noche el auto no arrancaba porque se quedó sin batería, Optaciano me acompaña a todos los GP. Así, un lunes llegamos a “la lechería”, donde funciona el grupo El Rey que viene.

“Como la venida del Señor está muy cerca, le pusimos ese nombre al GP, basados también en el título del himno”. Quien habla es Vilma Lazarte, coordinadora de este grupo, que se reúne en la casa de Margarita, esposa de su primo, quien falleció hace tres años. El lugar es también llamado “la lechería”, porque allí se vende leche, que la misma familia produce. “Mi primo y su familia fueron también fruto de un GP, hace unos años. Y ahora las reuniones son en su casa” comenta Vilma. Luego, brinda detalles del GP: Asisten entre 10 y 12 personas (cuatro de ellas, no adventistas). El primer año del GP tuvimos 4 bautismos; el segundo, 9; y el tercero, 2.

Vilma sueña con que cada familia adventista de Sudamérica tenga un GP en su casa: “Aquí nos conocemos, aprendemos, nos contamos las cosas, y oramos los unos por los otros. Es lo más lindo que puede haber. Inviten gente a sus hogares y hagan un GP. Es algo muy importante y bonito”.

ANIMADOS Y COMPROMETIDOS

Cristo viene. Es una promesa, y un gran desafío, dado que como miembros de la iglesia debemos predicar y hacer discípulos. Así lo entienden los miembros. Así lo entienden los dirigentes.

El Pr. Bruno Raso, uno de los vicepresidentes de la DSA, participó en estos días de varias caravanas por el interior de Bolivia predicando el evangelio. “Estuvimos en San Javier, Riveralta, Trinidad y Guayaramerim. En todos los lugares vimos a las iglesias trabajando en GP; y a los hermanos, animados y comprometidos”, sostiene. “Pudimos ver una iglesia animada y comprometida, pastores que lideran, GP que funcionan, Ministerio de Recepción, Club de Conquistadores, y el fuerte apoyo de la Educación como lo más destacado. Hubo lindas ceremonias de bautismo también, y con muchas personas que estudian la Biblia”, resume.

Finalmente, llega el sábado 31 de marzo por la tarde. La campaña cierra con una gran concentración de adventistas en el Estadio Real Santa Cruz. Con la música de los Arautos do Rei y el mensaje del Pr. Luís Gonçalves, caen los últimos rayos de sol.

Hay fiesta. Hay gozo en la Tierra y en el cielo. El Pr. Hugo Valda, presidente de la MOB, informa que durante Semana Santa se llegó al blanco de 1.282 bautismos en Santa Cruz. Como si esta maravillosa noticia no bastara, el Pr. Hiram Kalbermatter, presidente de la UB, anuncia que, en total, hubo 3.432 bautismos en todo Bolivia durante Semana Santa 2018. ¡Toda la gloria sea para Dios!

Y entonces resuenan las palabras del Pr. Adonirám Alomía, en la entrevista de días atrás: “Creo que estamos viviendo momentos especiales. Mi hermano, mi hermana, sí, a Ud. que está leyendo esto, le digo: No es casualidad que tengamos la vida todavía. Dios está permitiendo que cada uno se involucre en la misión”.

Todo lo vivido y realizado fue maravilloso. Pero no alcanza. No podemos quedarnos solo con esto. Aún hay mucho trabajo por hacer. Aún quedan muchas Doras que lloran, esperando que lleguemos hasta su hogar con el mensaje de esperanza. RA

  • Es Licenciado en Teología y en Comunicación Social. Además, tiene una maestría en Escritura creativa. Es autor de los libros “¿Iguales o diferentes?”, “1 clic” y “Un día histórico”. Actualmente es editor de libros, redactor de la Revista Adventista y director de las revistas Conexión 2.0 y Vida Feliz, en la Asociación Casa Editora Sudamericana.

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1 Comentario

  1. Jhon Cesar

    Buen día, el otro día leí esta revista y hubo un articulo que me intereso, el cual no puedo encontrar en esta revista de junio 2018, agradeceré mucho si me la hacen llegar en formato digital, el nombre del titulo es «Cuando el miedo es el protagonista». Gracias

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