Si hay unos alimentos con una gran riqueza nutricional, altas concentraciones de minerales (como fósforo, potasio, magnesio, manganeso, calcio y hierro) y ricos en vitamina B, B1, B6, niacina y ácido fólico, esos son los frutos secos. Además, su contenido en fibra es superior al de la fruta fresca (10% respecto del 2%). Su consumo aumenta significativamente el colesterol HDL (colesterol “bueno”), y reduce el colesterol LDL (colesterol “malo”).
A continuación, presentamos algunas particularidades de estos frutos:
-Las almendras, los higos secos y las avellanas son los más ricos en calcio; todos ellos, bajos en sodio.
-Las nueces presentan una proporción perfecta entre aceites Omega 6 y Omega3. Junto a las semillas de lino, son uno de los pocos alimentos vegetales que contienen Omega 3 (¼ de taza de nueces aporta el 90% de la ración diaria).
-Los maníes (cacahuates), los pistachos, las nueces y las avellanas contienen fitoestrógenos; estas hormonas son imprescindibles en la dieta de la mujer en la menopausia.
-Las almendras se destacan por contener magnesio (¼ de taza aporta el 25% de la necesidad diaria). También tienen una acción antioxidante, y su aceite es maravilloso para devolver la flexibilidad a la piel. Nutren y protegen el sistema nervioso, por lo que son indicadas en el cansancio intelectual y físico.
Los frutos secos bien pueden ser el reemplazo a esos snacks dulces sin nutrientes que se comen con regularidad; así que, incluirlos a diario puede hacer un importante aporte a tu dieta. RA
Leche de almendras
Ingredientes:
- 1 taza de almendras, naturales y enteras (sin tostar).
- 4 tazas de agua.
Preparación:
- Remojar las almendras en agua durante un par de horas, hasta que se hidraten, o “activen”.
- Una vez que estén activadas, descartar el agua del remojo y lavarlas bien. En este punto ya se pueden utilizar, pero conviene dejarlas en un colador o filtro de paño durante algunas horas más.
- Verter las almendras hidratadas en la licuadora, agregar 2 tazas de agua y procesar hasta que las almendras queden bien molidas; y el líquido, blanco.
- Luego, extraer la leche con un filtro de paño, agregar el agua restante y revolver bien.
- Servir inmediatamente, para aprovechar al máximo sus nutrientes.
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