¿Qué dice el libro de Daniel sobre el acuerdo eterno de Dios y su pueblo fiel?

El concepto del Pacto es un elemento vital en el contexto del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. En el libro de Daniel, se hace referencia al Pacto en siete ocasiones: dos en el capítulo 9 y cinco veces en el capítulo 11. En el capítulo 9, el profeta Daniel hace una referencia a la actitud del pueblo de Israel frente al Pacto. En el versículo 4, dice: “Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos”. En este pasaje vemos que Dios es fiel al Pacto; es decir, él cumple sus promesas debido al pacto que ha establecido con su pueblo.

No obstante, el pueblo, como puede verse en los siguientes versículos del capítulo 9, ha sido desobediente a los mandamientos y los estatutos dados por Dios, infringiendo el Pacto con Dios (vers. 5, 6). Esto nos indica que la razón por la cual el pueblo de Israel está en la condición de exilio es por haber abandonado el Pacto con Dios (Dan. 9:7).

Sin embargo, en Daniel 9:27, en el contexto de la profecía de las 70 semanas, se declara que Dios, por medio del Mesías, “confirmará el pacto con muchos”. Por lo tanto, se puede afirmar que, aunque el pueblo ha quebrado el Pacto a causa de su desobediencia, Dios desea confirmar el Pacto una vez más en favor de la humanidad y a través del Mesías venidero, profetizado en Daniel 9:24 al 27.

Ahora, en el capítulo 11 se menciona nuevamente el Pacto al hacer referencia al Príncipe del Pacto (vers. 22), que no es otro que el Mesías príncipe (vers. 25), quien confirmará el Pacto con muchos (vers. 27), por medio de su muerte. Así, el capítulo 11 de Daniel retoma el tema del Pacto a partir de lo que se declaró en el capítulo 9, la aparición del Mesías. En este contexto, Daniel 11 elabora una serie de elementos para tener en cuenta sobre el Pacto. Después del sacrificio del Mesías referido en Daniel 11, se describen acciones que van en contra de las del Mesías. Por ejemplo, se menciona una lucha “contra el pacto santo” (vers. 28, 30,), así como un trato favorable a quienes se aparten del Pacto santo (vers. 30). Todo esto indica que hay un conflicto entre el Mesías y un personaje que se opone a la obra del Mesías. Del mismo modo, existe un grupo de personas que abandonan el Pacto, lo que hace suponer que hay otro grupo de personas que se mantienen fiel es al Pacto santo.

Ya con esto en mente, en Daniel 11:32 se declara: “Con halagos hará apostatar a los que obran inicuamente hacia el pacto, mas el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará” (LBLA). En este pasaje encontramos dos grupos claramente definidos: los que obran en contra del Pacto establecido por el Mesías y aquellos que conocen a su Dios; es decir, quienes no solo tienen conocimiento teórico acerca de Dios y de su existencia, sino además han experimentado el poder de Dios en su favor. El primer grupo, por su actuar, pretende que los que conocen a su Dios abandonen el Pacto; mientras que el segundo grupo se mantendrá fuerte y actuará conforme a lo establecido en el Pacto.

Finalmente, por el contexto descrito en Daniel 11, los que conocen a su Dios, el pueblo del Pacto, son objeto de persecución, y algunos experimentarán la muerte a causa de su fidelidad al Pacto; todo esto, en el contexto del tiempo del fin (Dan. 11:33-35). Así, en el momento de la mayor prueba que el pueblo del Pacto experimentará, se levantará “Miguel, el gran Príncipe”, para liberar a su pueblo afligido (Dan. 12:1). No solo eso, sino también aquellos que murieron siendo leales al Pacto eterno serán levantados “para vida eterna” (Dan. 12:2).

Este es el tiempo en el que Dios desea que sus hijos fieles al Pacto se mantengan de parte de la verdad aun en medio de las más duras pruebas; y así, al final de la historia, tal como se prometió al profeta Daniel, recibirán la herencia prometida (Dan. 12:13).

¡Maranatha!