Algunos adventistas aceptan la personalidad del Padre y la del Hijo, pero se niegan a aceptarla en el Espíritu Santo. Así, lo tratan como si fuera una energía impersonal que emana del Padre. Cada uno es libre de pensar como desee, pero en este breve artículo mostraremos que esa idea carece de fundamento al examinar algunas evidencias bíblicas que nos muestran que el Espíritu Santo es una Persona como lo son el Padre y el Hijo.
Posee características personales
Las Escrituras revelan que el Espíritu Santo posee todas las características de una persona: intelecto, emoción y voluntad. Por ejemplo: habla (Hech. 10:19, 20; 13:2); se agrada (Hech. 15:28); se entristece (Efe. 4:30); se enoja (Isa. 63:10); toma decisiones (1 Cor. 12:11); prohíbe (Hech. 16:6); escucha (Juan 16:13); intercede (Rom. 8:26); selecciona y escoge (Hech. 13:2); etc. Todas estas expresiones serían sin sentido si el Espíritu Santo fuera una fuerza impersonal. ¿Toma decisiones o se agrada la energía termonuclear?
«La Biblia no solo lo presenta como una Persona, sino también como Dios. Así lo declara Hechos 5:3 y 4”.
Otro Consolador
En Juan 14:16, Jesús prometió otro “Consolador” (en griego: parákletos), que según el verso 26 es el Espíritu Santo. Se lo llama “otro” porque en 1 Juan 2:1 Cristo también es llamado parákletos (“Abogado”, “Consolador”). Es absurdo pensar que una fuerza impersonal pudiera ser nuestro “Ayudante”, “Abogado” o “Consolador”, ya que solo alguien con inteligencia y personalidad podría cumplir un papel semejante al de Cristo.
Además, en griego existen dos palabras para “otro”: (1) állos, “otro de la misma clase, igual”; (2) héteros, “otro de distinta clase, diferente”. En Juan 14:16, Cristo promete “otro Consolador” utilizando el término állos, y no héteros, indicando así que el Espíritu Santo es otro como él; y si es como él, es otra Persona, y no una fuerza impersonal.
En relación con el Padre y el Hijo
En muchos textos del Nuevo Testamento se muestra al Espíritu Santo actuando con el Padre y el Hijo. Sin embargo, la declaración de Jesús en Mateo 28:19, que ordena bautizar discípulos “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” es muy esclarecedora, porque si el Espíritu no fuera una Persona ¿por qué habría necesidad de bautizarse en el nombre del Espíritu Santo? Si se tratara de una energía que emana del Padre, la sola mención del Padre ya contendría la supuesta “energía” del Espíritu. Es inconsistente en este versículo decir que el Padre y el Hijo son dos Personas, pero el Espíritu Santo no. Si aquí el Padre y el Hijo son dos Personas diferentes, el Espíritu Santo también lo es.
Es divino
La Biblia no solo lo presenta como una Persona, sino también como Dios. Hechos 5:3 y 4 dice: “Pedro le dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo […]? No has mentido a los hombres, sino a Dios”. Para Pedro, mentir al Espíritu Santo era mentir a Dios.
Un argumento contra su personalidad
Puesto que en la Biblia se observa que ciertas personas son “bautizadas” (Hech. 1:5), “ungidas” (Hech. 10:38) o “llenas” (Hech. 2:4) con el Espíritu Santo, algunos aseguran que no puede ser una persona, sino algo. Respecto de ello, debe decirse que estas son expresiones figurativas que no niegan su personalidad, sino que hacen referencia a su obra. Ser “lleno”, “bautizado” o “ungido” con el Espíritu Santo solo significa que él capacita o da de su poder a alguien para alguna tarea (Hech. 1:8; 4:8, 31; etc.).
Además de esto, debe decirse que expresiones semejantes se aplican a personas en la Biblia. Por ejemplo, se dice que hemos sido “bautizados en Cristo”, y que de Cristo estamos “revestidos” (Gál. 3:27). ¿Demuestra esto que Cristo no es una persona? En Salmo 22:14, figurativamente, se afirma que David fue “derramado” como aguas. ¿Significa esto que no sea una persona? La respuesta es obvia en ambos casos.
Se debe concluir recordando que el Espíritu Santo no solo es “la Tercera Persona de la Deidad” (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 625), sino además está en el control de la iglesia, así como controla la vida de aquellos que la han rendido a Cristo Jesús como el Salvador (Rom. 5:1-5). RA
es interesante que cada creyente cristiano crea que El Espiritu Santo forma parte de la Deidad es uno como expresan las Sagradas Escrituras ‘Jehova es uno Deutoronomio 6.4 Y Marcos 12:29 Cristo expreso »El primer mandamiento de todos es .oYE OH ,Isreal ; el Señor nuestro Dios ,el Señor uno es »
Buenos días. Carlos A Ramírez. Son tres y ellos forman un solo Dios, porque concuerdan en todo lo que han, habián de hacer, y harán, hasta la segunda venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Dice la Palabra de Dios en 1 Juan 5:7 «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo; el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno». Si lo analizas, vas a darte cuenta que es como el Matrimonio, son dos (tu esposa y Tú), pero una sola carne. Pues ya no son dos, dice la Santa Palabra de Dios, si no que serán una sola carne. (Mateo 19:6), esto lo tomo, como una mejor interpretación de lo que nos enseña la Santa Palabra de Dios. Bendiciones a todos.