Cuánto más debemos esperar para que Jesús regrese por segunda vez.
“Ciertamente, vengo en breve” (Apoc. 22:20). Así cierra el último capítulo de la Biblia destacando la nota tónica de todo el Nuevo Testamento. Jesús vino, murió, resucitó, venció la muerte, ascendió al Cielo para interceder por nosotros, y en breve regresará para llevarnos a vivir con él por la eternidad. Esta promesa ha sido la razón de ser y la esperanza de incontables generaciones de cristianos.
Pero hoy muchos se preguntan: ¿Cuán breve es “breve”? Este año, se cumplen 160 años desde que la Iglesia Adventista se organizara formalmente, adoptando un nombre confesional y estableciendo estatutos que rigen su gobierno. Organización que, de paso, nuestros pioneros se negaban a emprender, dado que pensaban que Jesús vendría “en breve”. Para ellos, “breve” era bien breve. Pero ese bien breve implicó, al menos desde esa fecha, 160 años. ¿Cuánto más tendremos que restar a esa “brevedad”?
Hacia fines de la década pasada, en 2019, se publicaron los resultados de una encuesta en la que se preguntaba a los adventistas de todo el mundo este mismo interrogante: “¿Cuán breve es breve?” Aquí, las preguntas y sus respuestas:
Al publicar estas estadísticas, la Adventist Review señalaba: “Los datos pueden sorprender, asombrar, e incluso inquietar”. ¿Qué reacción te genera –inquietud, sorpresa o alivio– ver que otros también piensan de la misma manera?
“¿Cuán breve es breve?” es la gran pregunta que deberíamos hacernos hoy, ya que tiene profundas implicaciones para nuestra identidad, nuestra misión y la manera en que vivimos nuestra vida cotidiana.
Te dejo aquí la posibilidad de que contestes, con total sinceridad, cuán breve es “breve” para ti. Haz clic en este enlace, y podrás contestar una encuesta con las mismas preguntas que aparecen arriba.
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