Una profesora de la Universidad Andrews pertenece al equipo que fue noticia internacional tras este descubrimiento.
Una física adventista del séptimo día forma parte del equipo internacional que fue noticia mundial tras el anuncio de la primera detección de las ondas gravitacionales, un descubrimiento que promete inaugurar una nueva era en la astronomía.
Tiffany Summerscales, profesora asociada de Física en la Universidad Andrews, participó en la investigación llevada a cabo por la Colaboración Científica LIGO, en la que se detectaron ondas gravitacionales causadas por la colisión de dos agujeros negros a mil millones de años luz de nuestro planeta.
Para Summerscales, este descubrimiento, publicado en la revista científica Physical Review Letters [Comunicados a la Revista de Física] en febrero de este año, le proporciona al mundo científico una nueva herramienta para explorar el universo.
“Me gusta pensar que las ondas gravitacionales son como la verdadera ‘música de los astros’ ”, confiesa. “Los detectores de LIGO son los aparatos de radio que montamos para escuchar esa música. Hasta ahora solo hemos captado la primera nota –en realidad, el primer chirrido–, pero sabemos que podremos oír más cosas a medida que vayamos sintonizando mejor nuestras radios”.
Summerscales, graduada en 1999 en la Universidad Andrews, en Míchigan, EE.UU., comenzó a trabajar hace quince años junto con el equipo de más de mil físicos que conforman la Colaboración LIGO, cuando estudiaba para su doctorado en la Universidad Estatal de Pennsylvania, EE.UU.
En una entrevista online con Adventist Review [La Revista Adventista en inglés], Tiffany explicó la importancia de este descubrimiento y contó lo que la física significa para ella como adventista del séptimo día.
AR: ¿Cuál fue exactamente su contribución en este proyecto?
TS: He sido miembro de la Colaboración LIGO desde hace más o menos quince años. Este es el grupo que ayuda con el diseño y las mejoras de los detectores, analiza los datos que estos producen y estudia científicamente estos datos.
Yo participé puntualmente en dos clases de proyecto. Mis alumnos y yo somos parte de un equipo que trabaja en el desarrollo y la evaluación de uno de los algoritmos computarizados que analiza la información y busca caracterizar las señales de ondas gravitacionales que se descubren. También participamos en actividades educativas y de difusión pública.
AR: ¿Qué significa para usted personalmente el descubrimiento de las ondas gravitacionales?
TS: Es fascinante. Todos en la Colaboración estuvimos trabajando durante mucho tiempo para este momento, algunos por más décadas que yo. Tomó mucho tiempo hacer que los detectores sean lo suficientemente sensibles como para medir estas pequeñas ondas del espacio. Ahora que las hemos medido, podemos convertirnos en los astrónomos de ondas que siempre quisimos ser. Va a ser fantástico usar las ondas gravitacionales para investigar los misterios del universo. Tengo la esperanza de que tendremos sorpresas.
AR: ¿Nos podría dar alguna pista de las posibles sorpresas que nos esperan?
TS: Las ondas gravitacionales se producen principalmente por algunos de los eventos astronómicos sobre los que menos sabemos. Hasta el momento, solo hemos logrado ver estrellas y nubes de gas orbitando y siendo atraídas hacia agujeros negros. Los agujeros negros de por sí no emiten luz, pero sí producen ondas gravitacionales. Midiendo estas ondas, podremos ver cómo es el espacio inmediatamente alrededor de los agujeros negros. Al día de hoy, no tenemos una buena forma de evaluar cómo se comportan las regiones con una gravedad muy fuerte.
Otro ejemplo son las explosiones de supernovas, resultantes del colapso de una estrella enorme al final de su vida. Nosotros podemos ver la explosión desde afuera, pero no podemos ver lo que sucede en el centro. El núcleo de la estrella colapsa hasta llegar a ser tan denso que los átomos se estrujan y todo el núcleo se convierte en una enorme bola de neutrones, algo así como un átomo único enorme (sin los protones). Nadie sabe cómo se comporta este asunto de la estrella de neutrones porque no podemos reproducirlo en un laboratorio, pero del corazón de la supernova se emitirán ondas gravitacionales, las que traerán información sobre cómo es este tipo de materia.
AR: ¿Qué importancia tiene este descubrimiento para los adventistas?
TS: Ya que los adventistas son seres humanos, esto significa que tendremos un nuevo tipo de astronomía que nos enseñará más cosas sobre el universo. Para mí, aprender más sobre el universo es algo inspirador, ya que este contiene ecos de la grandeza de Dios.
Para ampliar sobre ese pensamiento, ¿cómo puede ver la mano de Dios en su trabajo?
El espacio es inmenso, impresionante y asombrosamente hermoso. (Tan solo piensa en una de tus fotos preferidas del Hubble.) Naturalmente, en la vida cotidiana paso más tiempo trabajando con mis alumnos. En esto hay muchas oportunidades de ver a Dios obrando en sus vidas y convirtiéndolos en jóvenes adultos con gran potencial para impactar positivamente al mundo.
AR: ¿Cuál es su versículo bíblico favorito, y por qué?
TS: ¿Puedo elegir dos? Miqueas 6:8 y Eclesiastés 3:11. El primero, porque resume nuestra relación con Dios y señala lo que es más importante: justicia, misericordia y humildad, que son diferentes aspectos del amor. Eclesiastés 3:11 destaca lo maravilloso que es Dios y su creación, y donde dice que él puso “eternidad en el corazón del hombre” me recuerda a cómo me siento cuando pienso sobre la inmensidad del espacio.
AR: ¿Le gustaría agregar alguna cosa que no le haya preguntado?
TS: Me gustaría poder animar a los lectores de la Revista Adventista a que busquen más información. Hay videos en Internet con ilustraciones geniales que explican mucho mejor que un texto escrito lo que se acaba de descubrir. El sitio web en español de la Colaboración LIGO es www.ligo.org/sp
la noticia es excelente, un honor para nuestra comunidad contar con una persona que ha formado parte del equipò de investigadores, que comprobó la existencia de ondas gravitacionales, una sugerencia a los redactores; creo que el titular quedaba mejor si anunciaba; que una científica adventista participó en el descubrimiento de las ondas gravitacionales…