Persigue tus sueños, más allá de los obstáculos.
Mi primo Carlos nunca fue muy bueno en el colegio. Sus intereses estaban lejos de la educación formal en Lenguaje, Geografía o Matemáticas. Él quería saber el por qué de las cosas. Muchas veces sacrificó una y otra vez mi pequeña radio para saber cómo funcionaba por dentro ¿Cómo captaba las ondas de radio? ¿Qué hace funcionar los circuitos? Finalmente, llegó donde su vocación lo condujo: estudiar Ingeniería en Sonido en los Estados Unidos. Tuvo como compañeros a sonidistas que trabajaban con Steven Spielberg (el famoso director de cine) y trabajó durante diez años recorriendo el mundo en los cruceros más importantes, como oficial encargado del audio y de todos los eventos artísticos.
Cuando empezó la Pandemia, se suspendieron todos los viajes, y Carlos debió volver a Chile. Allí, tuvo que enfrentarse a la dura realidad de estar sin trabajo. Los lujos y las responsabilidades habían terminado para él. Los viajes increíbles alrededor del mundo se veían muy lejanos desde una pequeña ciudad llamada Linares, en Chile. Un día almorzamos juntos, y nunca olvidaré lo que me dijo: “Puede ser que hoy esté trabajando ordenando cables en una empresa, pero cada día me recuerdo quién soy: yo soy el capitán en jefe de Audio Manager del crucero Holland América; y aunque debo barrer, ordenar, y a veces sentir humillaciones, sé quién soy, y eso nadie lo podrá cambiar jamás”.
Este año 2022 está viajando desde Linares hasta Grecia, para comenzar de nuevo a trabajar en el crucero Holland América como capitán de sonido. “La forma en que te hablas cuando cometes errores determinará que el problema sea solo un bache o se transforme en tu tumba”, expresó William James. Así que, tú puedes decirte a ti mismo: “Tengo el favor de Dios, sé quién soy, sé a quién pertenezco, y lograré ser feliz en esta vida”.
La principal arma del enemigo es el engaño. Aquel que te dice que tu tiempo ya pasó, que no podrás estudiar, que no eres suficiente, que no tienes dinero y que solo mereces lo mínimo no merece tu atención. Aléjate de esos comentarios, saca esos pensamientos basura de tu mente y di: “No, gracias, yo sé quién soy. Soy hijo/a del Rey y me comportaré como un príncipe o princesa que sabe que todo será para bien y que Dios está en el control, porque él sabe cuál es mi futuro, y es ¡grandioso!”
Vive con la sensación de que ya triunfaste; vive con el pensamiento de que Dios ya te preparó las oportunidades, la gente adecuada y el momento correcto. Ahora, solo confía, ¡y que nadie te detenga en tu propósito!
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