La Universidad Loma Linda explica que el chocolate amargo tiene efecto sobre regiones del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
Investigaciones recientes de la Universidad de Loma Linda han demostrado beneficios claros para el aprendizaje y la memoria.
Por mucho tiempo se le han adjudicado al chocolate amargo ciertos beneficios a la salud, pero un nuevo estudio de la Universidad Loma Linda (institución de la Iglesia Adventista ubicada en California, Estados Unidos) indica que podría ayudar también a mejorar la memoria, aumentar la inteligencia y hasta ponernos de mejor ánimo.
El estudio preliminar sugiere que el chocolate amargo (con un contenido de cacao de por lo menos 70 %) influye en regiones del cerebro asociadas con el aprendizaje y la memoria, promoviendo así el crecimiento de las neuronas, un mejor funcionamiento y conexión cerebral, mejoras del flujo sanguíneo y la formación de vasos sanguíneos en el cerebro y sistemas sensoriales.
“Hemos demostrado por primera vez que hay una posible conexión de actividades neuroeléctricas que ponen en marcha los mecanismos de los beneficios del cacao sobre el razonamiento cerebral y el intelecto, sincronización, memoria, recuerdos, estado de ánimo y comportamiento”, refirió Lee Berk, doctor en Salud Pública e investigador principal de este estudio.
Si bien aún se necesitan más investigaciones, según el Dr. Berk, los hallazgos iniciales representan la tendencia del futuro para estudios sobre los beneficios que el llamado “chocolate saludable” le da al cerebro.
Estudios anteriores habían mostrado que el chocolate amargo contiene poderosos antioxidantes y antiinflamatorios que mejoran la salud cardiovascular. Los últimos descubrimientos podrían suscitar dudas entre adventistas que se preguntan si habría que consumir chocolate. Al respecto, Allan R. Handysides y Peter N. Landless, exdirector y director respectivamente del Ministerio de la Salud de la Asociación General, han descartado tales preocupaciones.
“Buena parte del debate [sobre el chocolate] provienen de las repetidas declaraciones de que el chocolate contiene cafeína”, escribieron en conjunto ambos doctores en un artículo publicado en 2007. “De hecho, las proporciones de cafeína no se comparan en absoluto con las del té, café o bebidas cafeinadas, que tienen una concentración de diez a quince veces mayor. Algunos de los componentes del chocolate de hecho podrían ser muy saludables”.
Estos doctores señalaron que el chocolate amargo –no así el chocolate con leche o el chocolate blanco— aparentemente cumple alguna función para bajar la presión arterial.
Así, Landless hizo la aclaración importante de que el chocolate debiera usarse con moderación, teniendo en cuenta el azúcar añadido que se encuentra en casi todos los chocolates, y por el hecho de que aún no se ha determinado cuáles son las cantidades óptimas saludables. “El chocolate con leche suele contener mucho contenido graso y azúcar”, explicó Landless. “Todo consumo de chocolate debiera ser moderado, de uno a dos cuadraditos (¡y no barras!) por día. Asegúrense de mantener la dieta equilibrada con una variedad de alimentos ricos en antioxidantes y fitoquímicos, que se encuentran en muchas frutas, oleaginosas, semillas y vegetales”.
Landless y Handysides también expresaron en los archivos de las listas de compras de Elena de White se puede ver que ella compraba chocolate.RA
Gracias por la investigación fue de gran ayuda