JUAN Y LA PALABRA

17/03/2021

“La revelación de Jesucristo y acerca de él […] a su siervo Juan, quien fue testigo y ya ha dado testimonio de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo”.

Apoc. 1:1, 2; traducción propia.

La expresión traducida como “la Palabra de Dios” en Apocalipsis 1:2 aparece también en Apocalipsis 19:13 designando a Jesucristo, Ser divino y humano a la vez, quien antes de su encarnación trajo el mundo a la existencia (Apoc. 3:14; Juan 1:1-3, 10; 1 Juan 1:1; Heb. 1:2, 3). A su vez, la palabra “testimonio” y sus derivados (como “testificar”, “testigo”) aparecen por dondequiera en el cuarto Evangelio, en las cartas de Juan y en el Apocalipsis. De hecho, ese tema y el vocabulario referido a él son lo que podría llamarse una marca distintiva de autoría juanina, una especie de huella digital teológica y literaria. Es interesante que 30 de las 37 veces que ese grupo de palabras aparece en el Nuevo Testamento (más del 80 %) lo hace en las obras de Juan. Fuera de él, solo Marcos, Lucas y Pablo las usan (apenas tres veces el primero y dos los demás).

Tanto Juan como los destinatarios originales de sus documentos inspirados entendían que no existía una credencial más autoritativa que haber sido testigo directo y cercano del ministerio de Jesús (Juan 1:14; 1 Juan 1:1-5). Esto era particularmente cierto en el caso de Juan, quien disfrutó, junto con su hermano Santiago y con Pedro, de una relación particularmente estrecha con el Maestro, al punto de haber sido inmortalizado en el cuarto Evangelio como “el discípulo amado” (Juan 13:23; 21:20), aquel que solía estar más cerca de Jesús (13:23, 25; 21:20).

Si, pues, durante su ministerio terrenal Cristo fue “la Palabra”, o el mensaje encarnado de Dios y Juan su testigo más cercano, la escueta y abrupta presentación del autor del Apocalipsis simplemente como “Juan, vuestro hermano” (Apoc. 1:4, 9) habría sido más que suficiente para que los destinatarios de su mensaje supieran de quién se trataba, pues sus credenciales apostólicas ya habían sido exhibidas en el versículo 2: “Soy el apóstol Juan, quien fue testigo presencial de Jesucristo y de su ministerio, y dejó testimonio de ello en su Evangelio”. ¿Qué mejor introducción que esa para que su público aceptara ahora su testimonio de “la revelación de y acerca de Jesucristo”1 para las iglesias de Apocalipsis 1:1)?

Por lo dicho –y a diferencia de los evangelios y del apocalipsis apócrifos que florecieron en la iglesia cristiana a partir del siglo segundo, tras la muerte de los apóstoles–, el último libro de la Biblia no es anónimo ni pseudoepigráfico (atribuido por un autor anónimo a alguna figura célebre del entorno de Jesús). Su autor se identifica a sí mismo desde el vamos como “vuestro hermano Juan”, quien, por el testimonio escrito que dio y dejó en su Evangelio acerca de Jesús y de su ministerio, era suficientemente conocido y respetado por los destinatarios del Apocalipsis como para no necesitar mayor presentación.


Referencias

1 En favor de esta traducción posible de Apocalipsis 1:1, los especialistas en gramática griega denominan a la construcción griega así traducida “genitivo abarcador”, o “general”.

  • Pastor, doctor en Teología y docente universitario de destacada trayectoria. Actualmente ejerce su ministerio como profesor en la Universidad Adventista del Plata, Entre Ríos, Rep. Argentina.

    Ver todas las entradas

Artículos relacionados

GALLETAS DE JENGIBRE

GALLETAS DE JENGIBRE

Ingredientes: ¾ taza de azúcar morena. ½ taza de miel. ½ taza de mantequilla o taza de aceite. 2 claras de huevo. 3 tazas de avena. ¾ taza de harina. 2 cdtas. de jengibre en polvo. 1 cdta. de bicarbonato de sodio. 1 cdta. de canela. Preparación: Batir el azúcar, la...

JESÚS: VENCEDOR Y SALVADOR

JESÚS: VENCEDOR Y SALVADOR

¿Tuvo ventajas para triunfar ante las tentaciones? Algunos afirman que si Jesús no hubiera venido con la misma naturaleza pecaminosa que nosotros él no podría entendernos cuando somos tentados. Entonces sus tentaciones serían casi una farsa, pues él tendría ventajas...

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *