DE POBRE A FILÁNTROPO (Y MILLONARIO)

Milton Afonso

01/09/2018

Nacido en un hogar humilde de Minas Gerais, hijo de un padre alcohólico y de una madre que tenía que hacer arreglos de costurería y fabricar dulces caseros para mantener a su familia, todo indicaba que ese niño nacido en 1921 moriría en la pobreza.

Fue bautizado a sus 14 años en el naciente internado adventista en la ciudad de San Pablo (ahora Unasp campus 1). Ya en sus primeros años de estudiante se evidenciaron varias características que finalmente hicieron de él a quien conocemos en la actualidad. Se destacó como colportor, manifestando su capacidad de relacionamiento humano y su inclinación por la venta y los negocios, además de su pasión por la predicación del mensaje. Pero también demostró su generosidad, al ayudar económicamente a otros estudiantes, cuando él mismo necesitaba ese dinero para poder continuar con sus estudios.

En 1951 recibió el título de Doctor en Jurisprudencia y especialista en legislación laboral. En ese mismo año, Milton creó la Casa Editora de Legislación y su revista Legislación Federal se convirtió en la mayor revista sobre impuestos de renta en Brasil, al alcanzar la marca de 50 mil suscriptores.

Fuente: Facebook

Milton Afonso en su niñez

«ya en sus primeros años de estudiante se evidenciaron varias características que finalmente hicieron de él a quien conocemos en la actualidad”.

En abril de 1971, motivado por sus amigos João Alberto Persson y José Carlos Elias, el abogado Milton Afonso decidió crear la Golden Cross, una institución filantrópica, con todas sus ganancias dirigidas a proyectos educativos, de asistencia social y de evangelismo. En junio de ese año, la Golden Cross Asistencia Internacional de Salud ya estaba registrada y funcionando en Río de Janeiro, São Paulo y Porto Alegre. La meta de la empresa de medicina prepaga era: “En cualquier parte del mundo en que usted se encuentre, estará cubierto por la Golden Cross”. En abril de 1972, diez meses después de su fundación, la Golden Cross alcanzó la marca de mil asociados. Tres años después, ya había vendido cinco mil planes de salud. No tardó mucho para que 70.000 contratos fueran vendidos en un solo mes. En 1984, la Golden Cross se convirtió en la mayor compañía de salud en Sudamérica y la cuarta más grande del mundo.

Para 1987, el “imperio” dirigido por el Dr. Afonso incluía su compañía de medicina prepaga, hospitales, universidades, escuelas y horfanatos. Ese mismo año, decidió donar todas sus empresas y compañías a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. En esa ocasión, el pastor Neal Wilson, entonces presidente mundial de la Iglesia Adventista, le envió este mensaje al empresario: “Sinceramente, apreciamos su gesto generoso. En realidad, usted está más calificado para dirigir un imperio tan grande como el Golden Cross. Fue un gesto noble de su parte, pero firmaremos un documento devolviendo todo a usted y su familia. La misión de la iglesia no es acumular edificios, sino preparar personas al cielo. Usted y su familia son capaces de administrar esa institución, y Dios ciertamente los bendecirá”.

A partir de ese momento se dedicó con más ahínco todavía a financiar los proyectos filantrópicos y de evangelismo de la Iglesia Adventista en Sudamérica y el mundo. Además de llegar a mantener a miles de niños y llegar a pagar 60 mil becas por mes de estudiantes de todos los niveles, su pasión evangelizadora se volcó a la financiación de los medios de comunicación masiva para la predicación del evangelio. Desde entonces, ha comprado para la Iglesia Adventista en Sudamérica y el mundo más de 100 radios, varios canales de televisión, y ha donado millones y millones de dólares para que el área de las comunicaciones creciera.

Hoy, la Iglesia Adventista en Sudamérica predica el evangelio por cada medio de comunicación disponible. Hoy la Radio y TV Nuevo Tiempo debe mucho a ese jovencito que Dios utilizó desde sus humildes comienzos para alcanzar a millones de personas con su mensaje de salvación.

La pregunta es, ¿qué podrías hacer tú para ayudar a propagar el mensaje a ese gran porcentaje de la población sudamericana que no podría ser alcanzada si no fuera por esos medios de comunicación?RA

  • Pastor y doctor en Teología. Desempeña su ministerio en la ACES desde 2001. Autor de "Versiones de la Biblia", es Jefe de Redacción y director de la Revista Adventista desde 2010. Está casado con Claudia y tiene dos hijos: Gabriel y Julieta.

    Ver todas las entradas

Artículos relacionados

AL OTRO LADO DE LA CALLE (Y DEL MUNDO)

AL OTRO LADO DE LA CALLE (Y DEL MUNDO)

El desafío y el privilegio de esparcir la luz de Cristo. Aquí y allá. Cerca y lejos. En todos los lugares hay personas que viven en la oscuridad de la desesperanza. Necesitan la luz del evangelio. Romanos 10:13 al 15 afirma: “Porque ‘todo el que invoque el nombre del...

FRUTOS MÁS QUE CENTENARIOS

FRUTOS MÁS QUE CENTENARIOS

El incalculable valor de la educación cristiana. En 1893, Richard B. Craig (el primer director de colegio enviado por la Asociación General) abrió con su esposa la primera escuela adventista de Sudamérica. Esta funcionaba en su propia casa, ubicada en la ciudad de...

1 Comentario

  1. Priscilla

    Que gran historia, si pudiera también lo haría, mientras tanto desde mi humilde vida trató de cambiar el micro mundo que tengo a mi alcance. Dios les bendiga

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *