La historia de la educación adventista en nuestro continente está estrechamente ligada al desarrollo de la iglesia. Anotemos, entonces, algunos hitos significativos de la historia de la educación adventista en el cono sur de América del Sur.
En la República Argentina
Antes de que el pastor Francisco Westphal organizara las primeras iglesias en la Argentina, en 1894, ya existía una escuela adventista. El misionero laico Jorge Riffel había llegado en 1890, y los primeros colportores –Elwin W. Snyder, Clair A. Nowlen y Albert B. Stauffer– llegaron en 1891. Richard B. Craig arribó en 1893 como director de Publicaciones.
Así, la primera escuela se estableció en la Estación Solá, actual barrio de Barracas, al sur de la Capital Federal, Buenos Aires, en 1893 (hasta 1896). La esposa de Richard B. Craig fue la primera maestra. Se enseñaba en idioma inglés. La primera escuela de la provincia de Entre Ríos se estableció en los campos de la familia Racedo (no lejos de Crespo), y su maestra fue Ana Saller. Funcionó entre los años 1896 y 1898. En Las Garzas, provincia de Santa Fe, Lionel Brooking inició una escuela de preparación para misioneros colportores en 1897.
En la República del Brasil
El Pr. Francisco Westphal organizó la primera iglesia en Gaspar Alto (cerca de Brusque y Blumenau), Estado de Santa Catarina (1895), pero el pionero de la obra educativa adventista en el Brasil fue Guilherme Stein Jr., fundador y maestro de las primeras escuelas. En 1896, Guilherme Stein y su esposa, María, fueron a Curitiba, Estado de Paraná, por invitación del Pr. Huldreich F. Graf, para iniciar el Colegio Internacional de Curitiba, hasta 1904. Esta institución llegó a tener más de cuatrocientos alumnos con clases en idioma alemán por la mañana, y portugués por la tarde. Era un verdadero centro de evangelización, transformándose los sábados en lugar de cultos.
Al siguiente año, G. Stein fue invitado a fundar una escuela de iglesia en Gaspar Alto. Comenzó en una casa, y cada familia adventista recibía a uno o dos alumnos en sus hogares. De mañana funcionaba el nivel primario; de tarde, el secundario; y de noche, la escuela para adultos. Luego, se levantó un edificio de dos ambientes, para la escuela y la iglesia.
El pastor Stein también fundó la Escuela de Taquarí (1903), Estado de Rio Grande do Sul, como escuela agroindustrial y de preparación de misioneros: colportores, profesores y predicadores.
Cabe destacar que el Colegio Superior del Brasil surgió en 1916, cerca de San Pablo. Este colegio daría lugar, con el tiempo, a la Universidad Adventista de San Pablo.
En la República de Chile
En 1901, Carlos E. Krieghoff y su esposa, Ana Dessignet, donaron veinte hectáreas de tierras en Púa, para la creación de un colegio. Este inició sus actividades en 1906, bajo el liderazgo de los esposos Krieghoff. La Universidad Adventista de Chile se estableció posteriormente en las cercanías de Chillán.
En la República del Perú
Entre 1902 y 1903, el cacique Manuel Zúñiga Camacho estableció una escuela en su casa de Utawilaya, que se transformó en una escuela adventista en 1911, con la llegada de Fernando y Ana Stahl a Puno. Esa escuela se trasladó a Platería en 1913.
A su vez, el Colegio de Lima (1919), en el barrio de Miraflores, estaba dedicado a la población no indígena. Su primer director fue H. B. Lundquist, seguido por J. M. Howell. Con el tiempo, el colegio fue reemplazado por la Universidad Peruana Unión. Otra institución fue la Escuela Normal del Titicaca –que comenzó en 1923 y era la única de ese tipo–, bajo la dirección de B. L. Thompson. Esta institución se ha transformado en la filial Juliaca de la Universidad Peruana Unión.
En otros lugares
Los inicios de la educación adventista en el Estado Plurinacional de Bolivia, y las repúblicas del Ecuador, Paraguay y Uruguay fueron más tardíos. Pero, desde sus humildes comienzos, se han desarrollado la Universidad Adventista de Bolivia, el Instituto Tecnológico Superior Adventista del Ecuador, la Universidad Adventista del Paraguay y el Instituto Adventista del Uruguay. RA
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