LA PLENA DIVINIDAD DE JESÚS

12/05/2025

Un análisis de Juan 1:1.

En casi todas las versiones de la Biblia leemos en Juan 1:1: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Esta lectura, sin duda, demuestra la plena de divinidad del Verbo (Jesús) como parte de la Deidad.

Sin embargo, algunos grupos anti­trinitarios arrianos, que no aceptan la plena divinidad de Jesús, rechazan esta lectura y sostienen que la última oración del texto se debería traducir: “y la Palabra era un dios” (como dice la versión Traducción del nuevo mundo). ¿En qué basan esta traducción? Afirman que, en el texto en griego, en la frase “y el Verbo estaba con Dios”, la palabra “Dios” (teón, una forma de teós) aparece precedida por el artículo definido “el” (ton en griego), mientras que en la tercera oración “Dios” no lleva artículo definido.

Por lo tanto, deducen que teós con artículo es el Dios verdadero, mientras que teós sin artículo señala a alguien “parecido a Dios”, pero no totalmente Dios. Por lo tanto, debe ser “un dios”. ¿Es correcta esta afirmación?

Analicemos con detenimiento el versículo.

En griego, la tercera oración dice así: ke teós en o logos. En este caso, teós (‘Dios’) es el predicado, está sin el artículo y aparece antes del verbo en “era” (en). En este idioma, cuando un escritor coloca un sustantivo predicativo delante del verbo, lo hace para enfatizar no la identidad (lo que sucedía cuando llevaba el artículo), sino la cualidad del objeto o persona. De acuerdo con los eruditos en griego Harvey Dana y Julius Mantey, ton teón (con artículo) señalan al compañerismo de Cristo con la persona del Padre, y teós en o logos recalca la participación de Cristo en la esencia de la naturaleza divina. Así, lo primero claramente se aplica a la personalidad, mientras que lo último se aplica a la naturaleza, o esencia.

Por lo tanto, la presencia del artículo definido señala identidad, mientras que su ausencia enfatiza la cualidad o naturaleza del objeto al cual se alude. Esta diferencia es importante para entender por qué Juan utiliza teós con artículo en la segunda oración y teós sin artículo en la tercera.

En la segunda oración, el artículo define la persona con quien se está relacionando el logos (‘Palabra’, ‘Verbo’); es decir, con Dios el Padre. Si el artículo definido apareciera delante de teós (‘Dios’) en la tercera oración, Juan estaría diciendo que Dios el Padre es la misma persona que el logos; es decir, que el Padre y Jesús son la misma persona. Esto, aunque contradictorio y confuso, eliminaría la distinción de personas planteada por Juan en la segunda oración: “Y el Verbo estaba con Dios” y el modalismo (la falsa enseñanza de que una única persona divina adoptó la forma de Padre, de Hijo y de Espíritu Santo en diversas épocas) buscaría respaldo en esto.

Pero Juan sabía lo que estaba escribiendo, porque de un solo trazo refuta dos falsas enseñanzas. En la segunda parte de Juan 1:1 refuta el modalismo al resaltar la distinción de personalidades entre Dios el Padre (ton teón) y el Verbo (logos), mostrando que el Verbo está junto a alguien diferente de él. Mientras, en la tercera oración se refuta el arrianismo al demostrar el aspecto cualitativo que posee el Verbo (logos), declarando que este tiene la misma naturaleza que posee Dios el Padre; es decir, ambos son igual de divinos.

Una explicación adicional

A pesar de lo anterior, los antitrinitarios aseguran que el aspecto cualitativo del teós sin artículo favorece la traducción “la Palabra era un dios”, y para esto suelen citar el trabajo del erudito Philip B. Harner. Él, con el fin de explicar apropiadamente el sentido cualitativo del teós sin artículo en la tercera oración de Juan 1:1, ilustra las diferentes posibilidades que Juan tenía para construir su oración, y puesto que cada construcción en griego difiere en énfasis y significado, Harner analiza cada diferencia:

A. o logos en o teós.

B. teós en o logos (lo que Juan escribió).

C. o logos teós en.

D. o logos en teós.

E. o logos en tíos.

Para Harner, la clausula A (la que tiene artículo delante de logos y teós) significaría que logos y teós son la misma persona, pero esto contradeciría lo que se dice en la segunda oración de Juan 1:1.

La claúsula D significaría que el logos era “un dios”, o un ser divino inferior. La claúsula E (con el adjetivo tíos, que significa “divino”) significaría que el logos era “divino”, sin especificar en qué medida lo fue. Harner dice que Juan evidentemente deseó decir algo acerca del logos que era diferente de A y más que D y E. Las claúsulas B y C son primariamente cualitativas en significado.Aunque son idénticas en significado, difieren en énfasis. Al colocar primero la palabra teós, la cláusula B resalta cuán divino es el logos. En otras palabras, esa es su cualidad principal.

Este estudio demuestra que los antitrinitarios arrianos tendrían razón si Juan hubiera escrito el versículo como A, D y E. Pero, tal como Juan escribió (la cláusula B), queda establecido que Cristo, aunque es distinto del Padre, posee los mismos atributos divinos que posee Dios el Padre. Por eso, la traducción “y el Verbo era un dios” no es correcta. Juan 1:1 muestra que Cristo es plenamente Dios en su naturaleza, y no un mero ser divino.

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