Pasado, presente y futuro del “corazón de la iglesia”
Pasado: Un inicio misionero
Una Escuela Sabática Viva desde 1890.
Por Daniel Plenc
Hasta donde sepamos, Georg Heinrich Riffel –conocido como Jorge Enrique Riffel– (1850-1917), no solo fue el primer misionero de sustento propio, sino también el primer director de Escuela Sabática en Sudamérica. Él había nacido en Rusia y luego emigró a Sudamérica: primero se estableció en Brasil y luego en Entre Ríos, Argentina. Las sequías y las invasiones de langostas hicieron que vuelva a emigrar. Esta vez a Kansas, Estados Unidos, donde residía su hermano. Allí conoció el mensaje adventista y decidió regresar a Sudamérica para predicar las verdades aprendidas.
La información recogida del puerto de Buenos Aires (Argentina) dice que Riffel (de 39 años, casado, y labrador de profesión) llegó a Buenos Aires en el buque Schiedam, procedente de Holanda, el jueves 29 de mayo de 1890 (en aquellos años no había viajes directos entre Estados Unidos y Argentina). Según la misma fuente, su esposa, María Lisbeth Ziegler de Riffel (1852-1910) tenía 38 años y su único hijo, David (1873-1937), 16 años. Después de los trámites inmigratorios arribaron al puerto de Diamante (Entre Ríos) probablemente el viernes 6 de junio de 1890.
Reinhardt Hetze lo cuenta de esta manera a los lectores de La Revista Adventista del 30 de enero de 1933:
Antes que el hermano Riffel volviera de Kansas, Estados Unidos, recibí una carta de mi hermano que vivía allí y también otra del hermano Riffel, en la que me decían que este último vendría para traernos la verdad del sábado. Yo vivía a dos leguas de la Aldea Protestante, cerca de Diamante. Cuando supe que había llegado enganché mi caballo y fui a verlo. Empezó a hablarme de mi hermano, pero yo le dije: “No me hable de mi hermano; hábleme de la verdad”.
Un vecino dijo: “El no ganará nada aquí en la Aldea Protestante”. Yo le respondí: “Ya me ha ganado a mí”. El segundo día vino la gente a mi casa. Había 60 presentes. La primera persona que gané fue a mi esposa. Luego tuvimos reuniones todas las noches. Dimos estudios bíblicos y predicamos por todas partes. Al llegar el pastor Francisco Westphal empezó a trabajar y pronto ganamos 120 miembros y nos dividimos en dos iglesias, a saber, Diamante y Ramírez.
Un breve resumen de historia
Cuatro décadas atrás, en 1852, el pastor James White había publicado las primeras lecciones de Escuela Sabática en la revista The Youth’s Instructor [El instructor de la juventud] y había motivado el surgimiento de las primeras Escuelas Sabáticas en los Estados Unidos. La iniciativa fue bien recibida en América del Norte y en otros países. De ese modo, en 1878 se creó la Asociación Internacional de Escuelas Sabáticas. En 1885, el programa de Escuela Sabática realizó la primera contribución para las misiones extranjeras y comenzaron a llegar los informes de las misiones mundiales.
En junio de 1890, como se dijo, llegaron a la Argentina, provenientes de Kansas (Estados Unidos), las familias de Jorge y María Riffel, Osvaldo y Eva Frick, Augusto y Cristina Yanke, y Adán y Eva Zimmermann (con sus hijas Lidia y María). Los Riffel fueron recogidos en Diamante por Reinhardt Hetze (1851-1939) y luego de un par de horas de viaje en carro, los recibió María Gerlach de Hetze en su humilde casa de Barranca Blanca, sobre el arroyo La Ensenada (a unos dos kilómetros y medio de la actual Universidad Adventista del Plata, en Libertador San Martín, Entre Ríos). Coincidentemente, la Asociación de Escuela Sabática asignó las ofrendas de los dos últimos trimestres de 1890 para abrir obra en Sudamérica (se reunió un total de 8.278,67 dólares).
Mientras tanto, los vecinos de los Hetze fueron avisados, y Jorge Riffel dirigió una reunión religiosa con al menos sesenta presentes. Hanna Hetze de Bernhardt, entonces de cuatro años, recordó una vez que Riffel habló ese día acerca de Adán y Eva. Esta fue la primera Escuela Sabática de la División Sudamericana (en realidad se trató de la primera reunión bíblica conducida por un misionero adventista).
Muchos años después, el pastor Benjamín Riffel (nieto de Jorge y María Riffel) contó que los sábados temprano iban a la Escuela Sabática en carro y luego en un Ford modelo T. Además, añadió: “Durante el viaje, mi madre con el folleto en la mano repasaba en voz alta la lección de la semana”.
Luego de dos años (en julio de 1892), L. C. Chadwick fue enviado por la Asociación General a explorar la región del Río de la Plata. Como resultado, informó de ocho familias alemanas que guardaban el sábado en Entre Ríos. Aunque no creyó oportuno organizar entonces una iglesia, sí tomó la decisión de elegir un tesorero y un director de Escuela Sabática. A su regreso a los Estados Unidos, recomendó el envío de un pastor que pudiera hablar el alemán para afirmar la obra iniciada.
Un hecho histórico ocurriría el 18 de agosto de 1894. Ese día llegó a la Argentina Frank Westphal (1858-1944), el primer pastor adventista enviado a América del Sur, como superintendente de la Misión Costa Este (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil). Arribó con su esposa Mary Vesta Thurston y sus hijos. El pastor Westphal viajó en barco a Diamante (Entre Ríos) el domingo 26 de agosto y arribó a Crespo el miércoles 29. Jorge Riffel lo recibió con enorme alegría.
Pocos días después, el 9 de septiembre de 1894, Frank Westphal organizó la primera iglesia adventista en el territorio de la actual División Sudamericana, cerca de Crespo, Provincia de Entre Ríos, con 36 miembros. Allí existió la primera Escuela Sabática debidamente organizada de
Sudamérica, con unos 20 miembros, dirigida por Jorge Riffel. La señora Luisa Post de Everist, secretaria del Departamento de Escuela Sabática de la Unión, confirmó esa información algunos años después.
La segunda Escuela Sabática se organizó en Buenos Aires, pasadas algunas semanas, con solo 9 miembros. Un informe de 1897 indicó que había un total de 13 miembros en el barrio de Belgrano de la Capital Federal. Sus integrantes hablaban diferentes idiomas; tal es así que en una reunión de ese año se comenzó con un canto en castellano y el informe fue leído en inglés. El repaso de la semana anterior se hacía en inglés y la lección del día en castellano. En 1898 se pensó que la mejor solución era tener una Escuela Sabática en inglés y otra en castellano. Con la llegada del Pr. Westphal, la señora Mary Thurston de Westphal asumió como secretaria del Departamento de Escuela Sabática y de la Sociedad de Publicaciones de la Misión Costa Este.
La tercera Escuela Sabática se estableció en Brasil, en 1895. Posteriormente se organizaron la cuarta y la quinta en el Uruguay. Se sabe que el 31 de julio de 1895, Lucy B. Post, obrera bíblica oriunda de Ohio, Estados Unidos, fundó la primera Escuela Sabática del Uruguay, en Nueva Palmira (estuvo dos años), con 12 asistentes.
Una de las dificultades de los inicios fue hacer llegar las lecciones de la Escuela Sabática a los distintos lugares y países. En 1899 comenzaron a publicarse las lecciones en castellano en las revistas de la iglesia. La revista El Faro (existió entre 1897 y 1904) incluyó dichas lecciones. En los primeros meses de 1900, las lecciones aparecieron también en la revista Señales de los Tiempos, recién creada. La Revista Adventista, editada por Eduardo W. Thomann en Valparaíso (Chile) contuvo las lecciones de la Escuela Sabática entre 1901 y 1904. Claro que las lecciones eran muy breves, apenas una introducción, las preguntas, los textos bíblicos y algunas notas al final.
Según informes de 1900, había en la Argentina 11 iglesias con un total de 367 miembros y 31 Escuelas Sabáticas con 524 miembros. Para 1901 ya había una Escuela Sabática en Santiago de Chile, con 171 integrantes (al tiempo que había 100 miembros de iglesia). Dos años después se informó que había en Chile (Misión de la Costa Occidental) 11 Escuelas Sabáticas regulares.
Debe recordarse que en los Estados Unidos se creó el Departamento de Escuela Sabática de la Asociación General en 1901. Aquí, en la región austral de América, hubo preocupación por alcanzar a los menores con el programa de la Escuela Sabática. En 1902 se tradujeron del inglés al castellano las lecciones para niños preparadas por G. H. Bell (las siguió preparando hasta 1915). Esas lecciones se publicaron en un librito de 52 lecciones, el cual se usó por varios años. Recién en 1906 hubo un nuevo librito para niños y un tercero en 1909. Desde 1920 se publicaron lecciones para Juveniles (11-15 años).
La primera Iglesia Adventista del Paraguay se organizó en Encarnación, en 1903. Se sabe que en 1904 había dos Escuelas Sabáticas en ese país, una en Encarnación y otra en Villa Rica. En ese año, en los países de la región del Río de la Plata había 31 Escuelas Sabáticas, 482 miembros y 51 clases.
El primer folleto de Escuela Sabática en español
En 1904 se dejan de publicar las lecciones en las revistas de la iglesia. En la reunión de la Unión Misión Sudamericana y la Conferencia del Río de la Plata realizada en San Jerónimo, Santa Fe, se decidió no publicar más las lecciones en El Faro y La Revista Adventista, sino en un folleto aparte. Entre 1906 y 1907 los folletos se imprimieron en Chile. Cabe aclarar que las lecciones no aparecían al mismo tiempo que en los Estados Unidos, sino que venían con uno o dos trimestres de atraso. La unificación se logró recién en 1921.
¿Qué lecciones aprendimos?
1-Entendimos que los primeros misioneros adventistas en Sudamérica fueron también líderes de la Escuela Sabática.
2-Comprobamos (una vez más) que los pioneros que vinieron a estas tierras sudamericanas estudiaban, enseñaban y predicaban las Escrituras. Fueron ellos organizados y puntuales en esas celebraciones educacionales destinadas a personas de todas las edades.
3-Comprendimos que los pioneros no sólo enseñaban las lecciones bíblicas, sino que eran misioneros de avanzada que se extendieron en la creación de nuevas congregaciones.
4-Demostramos que los misioneros de los primeros tiempos creyeron que la Escuela Sabática era importante para el estudio de la Biblia, la identidad espiritual y el compañerismo cristiano, para el cumplimiento de la misión de la iglesia, y una excelente preparación para el pronto regreso de Cristo.
Sin dudas, la Escuela Sabática marcó el inicio de la Iglesia Adventista en Sudamérica.
Daniel Plenc es doctor en Teología, historiador y escritor. Es docente y director del Centro de Investigación White de la Universidad Adventista del Plata.
Presente y futuro: La identidad y la acción
Una Escuela Sabática Viva con maestros pastoreando en misión.
Por Pablo Ale
Entre el 27 y el 29 de mayo de 2024, se celebró en la sede de la División Sudamericana (DSA) –ubicada en Brasilia, Brasil– el Foro de Escuela Sabática de la DSA. El lema del evento fue “Maestros pastoreando en misión” y contó con la participación de 319 pastores (entre presidentes y directores de Ministerio Personal y Escuela Sabática de todas las asociaciones, misiones y uniones de Sudamérica), y con la representación de 81 participantes entre pastores distritales, directores y maestros de Escuelas sabáticas. Así, pastores, líderes, administradores y laicos se dieron cita para aprender y elaborar estrategias para continuar con el crecimiento en esta vital área de la iglesia.
Este gran encuentro, además, contó con la participación en los seminarios y disertaciones de destacados invitados: el Pr. James Howard, director de Ministerio Personal y Escuela Sabática de la Asociación General; el Pr. Alberto Timm, director asociado del Instituto Bíblico de Investigación (BRI, por sus siglas en inglés) de la Asociación General y el Pr. Pavel Goia, director asociado de la Asociación Ministerial de la Asociación General.
Un Foro histórico
“Tenemos gratitud a Dios y a la administración de la DSA por este Foro histórico. El liderazgo de Sudamérica está representado. Es una oportunidad para reunir a todos para conversar e intercambiar ideas prácticas de cómo revitalizar la Escuela Sabática, que es el corazón de la Iglesia”, destacó el Pr. Bill Quispe, líder de Escuela Sabática de la División Sudamericana. Además, sostuvo que “fue una oportunidad para escuchar a los que están en la línea del frente de batalla, dialogar entre todos y pensar iniciativas” a fin de que “la Escuela Sabática vuelva a ser el motor misionero que fue históricamente y que los maestros sean pastores de sus Unidades de acción”. “Queremos rescatar los orígenes de la Escuela Sabática”, enfatizó.
En este Foro se llevaron a cabo seminarios y reuniones plenarias que reafirmaron la importancia estratégica de la revitalización de la Escuela Sabática. Se compartieron, también, muchos videos de testimonios de experiencias exitosas aplicadas en diferentes iglesias de Sudamérica.
Como si esto fuera poco, el programa tuvo 8 sesiones de debate, durante los tres días, en los que se consideraron: Formación y capacitación de maestros, movilización misionera de cada clase, formación de Grupos pequeños, el rol de la Clase de maestros, el apoyo de los pastores distritales y la optimización de los registros de la Escuela Sabática con los avances tecnológicos (como 7me).
Clases: Un núcleo de identidad adventista
En una de sus exposiciones, el Pr. Alberto Timm destacó que la gran misión que tenemos como Iglesia Adventista es la de prepararnos y preparar una generación para la Segunda venida de Cristo en estos días difíciles de la Tierra. En el contexto de Apocalipsis 12, el gran conflicto entre el bien y el mal se intensifica cada día más. Por eso, nuestra única salvaguarda y base sólida es la Biblia, la Palabra de Dios. El gran desafío de cada adventista es interpretar bien la Escritura a fin de no ser engañados por las falsas ideologías que intentan penetrar (y en algunos casos ya lo hicieron) en nuestra teología adventista a fin de relativizar y modificar nuestras creencias.
“Somos el pueblo de la Biblia, y debemos seguir siéndolo”, destacó el Pr. Timm. En este sentido, abogó para que en cada clase de Escuela Sabática se propaguen las enseñanzas correctas. “Debemos hacer un énfasis bíblico y doctrinal, además de un énfasis relacional. Hoy las personas están siendo vulneradas por las redes sociales y la Internet. Se expresan allí muchas veces ideas erradas y la gente las cree y las difunde. Nunca enfrentamos tantos desafíos en relación a la interpretación de la Biblia como ahora. Antes el énfasis estaba en el mensaje y no se prestaba atención a los métodos. Hoy ocurre un desequilibrio. Parece que solo interesan los métodos y no el mensaje. La Escuela Sabática tiene una potencialidad que creo que aún no fue explorada”, concluyó en relación con este tema.
Por esta razón, presentó una propuesta que se basa en lo siguiente: cada clase de Escuela Sabática debería ser lo que él llamó un “núcleo de identidad adventista”. “Si perdemos nuestra identidad, la Escuela Sabática no tendrá futuro. Muchas de las ideas erradas que están dando vuelta en la actualidad empezaron y se esparcieron desde una clase de Escuela Sabática. Nuestra identidad adventista se nutre de las clases”, subrayó.
Maestros: Un papel pastoral y misionero
En otro de sus seminarios, el Pr. Timm se refirió puntualmente a la tarea de los maestros de Escuela Sabática. Algunas de las características de un buen maestro deberían ser:
- Buena conducta moral y ética.
- Postura conciliadora.
- Buena didáctica en la exposición de la Biblia.
- Excelente conocimiento de la doctrina adventista.
- Fervor misionero.
- Liderazgo motivador.
Además, hizo énfasis en la función pastoral de cada maestro. Esta abarca no solo impartir los correctos conocimientos bíblicos, sino también saber delegar funciones, estimular el estudio diario de la Escritura, atender las necesidades de los miembros (ya sea por problemas de salud, económicos, familiares, etc.) y prestar atención especial y visitar a los miembros que no asisten.
La tarea pastoral del líder de cada clase implica también el trabajo misionero. En este sentido, el maestro debe:
- Estimular la actividad misionera.
- Establecer metas misioneras.
- Dar espacio a los testimonios misioneros.
- Acompañar y guiar a las visitas y a los recién bautizados que asistan.
Por último, el Pr. Timm destacó el texto de 2 Timoteo 4:1-5. El maestro debe predicar la Palabra y enseñar con paciencia, pero con doctrina. Debe soportar las aflicciones, cumplir su ministerio y hacer la obra del evangelista.
Todos juntos, estudiando la Biblia y predicando
A su vez, el Pr. Howard, otro de los invitados especiales, se refirió al proyecto Todo Miembro Involucrado (TMI). “Se trata de una iniciativa global, que depende de los esfuerzos fieles de los pastores y líderes laicos en las iglesias locales”, explicó. “La principal prioridad es que cada junta de iglesia pueda establecer un plan de discipulado activo y continuo. Por eso, TMI es más que una invitación a participar en un evento único. Es el lanzamiento de un plan activo y continuo de discipulado que apunta a involucrar a todos los miembros. Debido a que Jesús comparó el hacer discípulos con el ciclo de la cosecha, TMI enfatiza cinco ministerios esenciales para hacer discípulos. Estos se alinean con el proceso agrícola: Preparar, Plantar, Cultivar, Cosechar y Preservar.
Pueden conocer más acerca de este proyecto y obtener materiales al respecto (como el Planificador de Iglesias) en esta página web: globaltmi.org
¿Cómo está el corazón?
El gran proyecto misionero para 2025 es reenfocar las clases de Escuela Sabática a fin de tener una gran cosecha de Semana Santa. Eso se podrá lograr con la adecuada integración de todos. “La Escuela Sabática es el corazón de la iglesia. ¿Cómo está el corazón en tu iglesia? Estamos ante grandes desafíos: En asistencia a las clases, en estudio de la Biblia y en actividad misionera. Si las unidades de acción son reenfocadas todo mejorará”, señaló el Pr. Bill Quispe al ser entrevistado por la RA.
Una vez más, como en todo este evento, resuenan las palabras de Elena de White: “La obra de la Escuela Sabática es importante, y todos los que están interesados en la verdad deberían tratar de hacerla prosperar” (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 15).
Pablo Ale es pastor y periodista. Se desempeña como editor en la ACES y participó del Foro de Escuela Sabática de la DSA.
Quizá convenga aclarar que a la llegada de los Westphal en 1894 no se puede hablar propiamente de un Departamento de Escuela Sabática. La integración de esta actividad a la nueva estructura de la Asociación General se produjo en el proceso de reorganización efectuado en el Congreso de 1901. Por otra parte es prudente insistir en que esa primera reunión de Riffel en la Argentina en 1890, con la participación de vecinos de la zona, tal vez no fue una Escuela Sabática. La idea de que esa fue la primera Escuela Sabática de la División Sudamericana es más bien una antigua tradición. La primera Escuela Sabática organizada fue dirigida por Jorge Riffel en Crespo, Entre Ríos.
Muy bueno. Recordar la historia nos permite ver el futuro con esperanza.
Me parece fantástico, poder leer información muy valiosa sobre Nuestra Escuela sabática; más aún como ha hecho Historia Misionera en nuestro Perú y el mundo. Dios siga derramando bendiciones en dicho departamento y dirija a sus Maestros con humildad y sabiduría.