La inmortalidad del alma es uno de los grandes engaños de Satanás.
Satanás comenzó sus engaños en el Edén. Le dijo a Eva: “No morirán”. Esta fue la primera lección de Satanás acerca de la inmortalidad del alma, y ha continuado con este engaño desde esa ocasión hasta la actualidad. Continuará repitiendo esto hasta que Dios libere a sus hijos.
En el Edén, Adán y Eva comieron del árbol prohibido. Por ello, una espada llameante fue colocada alrededor del árbol de la vida, para evitar que consumieran sus frutos –los cuales perpetúan la inmortalidad– y se convirtieran en pecadores inmortales. ¿Quién de la familia de Adán atravesó esa espada llameante y comió del árbol de la vida? Nadie lo ha hecho; por lo tanto, no existe ningún pecador inmortal. El alma que peque, esa morirá una muerte eterna, una muerte de la cual no hay esperanza de resurrección.
Satanás y sus ángeles se han esforzado mucho para esparcir el engaño y la mentira repetida por primera vez a Eva en el Edén: “No morirás”. Y, a medida que este error fue recibido por las personas, fueron llevadas a creer que el ser humano es inmortal. En consecuencia, el diablo también las llevó a creer que el destino de los pecadores es vivir en una miseria eterna.
De esta manera, Satanás preparó el camino para presentar a Dios como un tirano vengativo, alguien que arroja al infierno a todos los no lo complacen. Satanás sabía que, si este error era aceptado, Dios, en vez de ser amado y admirado, sería odiado por muchos.
A otros Satanás puede llevar aún más lejos, hasta negar la existencia de Dios. Ellos no pueden ver consistencia entre el Dios de la Biblia y la doctrina del infierno. No pueden creer que un Dios benevolente y amoroso puede atormentar por toda la eternidad a los seres que él creó. Por lo tanto, niegan a la Biblia y a su autor.
Dios sabía que Satanás probaría todas sus artimañas para destruir a la humanidad; por lo tanto, hizo que sus Palabras quedaran escritas. Sus propósitos hacia la raza humana han sido plasmados tan claramente que ni el más débil puede equivocarse. Después de dar sus Palabras a la humanidad, las ha preservado cuidadosamente para que ni Satanás y sus ángeles, ni tampoco sus agentes o representantes, puedan destruirla. Así, cuando se acerque el tiempo del fin y los engaños de Satanás aumenten, se habrá multiplicado tanto que cualquier que quisiera tener una copia pueda defenderse contra los engaños y las maravillas mentirosas del diablo.
La Palabra de Dios, como un todo, es una cadena perfecta. Cada parte se conecta con otra y la explica. Los verdaderos buscadores de la verdad no necesitan equivocarse, porque no solo la Palabra de Dios declara el camino de vida de manera clara y simple, sino además el Espíritu Santo nos es dado como un guía para entender el camino de vida que se nos revela.
*Este artículo fue publicado originalmente como “A Popular Heresy Exposed” el 10 de agosto de 1896, en The Bible Echo. Aquí se encuentra traducido y adaptado al español.
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