El gran desafío del Ministerio Joven para este año 2024
El proyecto Misión Caleb, de Jóvenes Adventistas (JA), comenzó en enero de 2006 con tres jóvenes de la ciudad de Guanambi (Estado de Bahía, Brasil): Nora Ney de Jesus Souza, Leonardo Luis y Estatielma Rosa de Caires. Ellos, bajo el liderazgo del Pr. Odailson Fonseca, en ese entonces director JA de la Unión Nordeste Brasileña (que en esa época incluía la mencionada ciudad), encabezaron un proyecto que se llamó El diezmo del año. Esta idea consistía en devolver a Dios el diez por ciento de los días del año; es decir, 36 días.
Desde 2010, 1.523.127 jóvenes han dedicado sus vacaciones a servir. Solo en 2023, hubo 17.391 equipos de trabajo, 272.352 calebs y 48.712 bautismos. La expectativa para 2024 es que más de 330.000 jóvenes participen en la edición que tiene como lema: “Plan A es servir”.
Angélica Rosa, una joven que participa del proyecto, nos cuenta que “Misión Caleb es un proyecto que surgió en el corazón de Dios. Nos ayuda a desarrollar nuestros dones espirituales, trayendo salvación y cumpliendo el mandato del Señor. Me encanta participar en la misión para poblar el Cielo cuando Jesús venga. ¡Yo soy Caleb!”
Otro proyecto destacable es OYiM (One Year in Mission; es decir, Un año en misión, por sus siglas en inglés). Desde su nacimiento en 2014, 5.603 jóvenes han participado entregando un año de su vida a la misión. En 2023, hubo 86 equipos y 748 jóvenes misioneros. Para 2024 se espera la participación de 111 equipos y 1.060 voluntarios. Milka Caballero dice: “Un año en misión ha significado entender mejor la voluntad de Dios para mi vida y para su iglesia. No soy la misma persona. Dios se ha servido de cada compañero de viaje para obrar en mí y en otras personas. Ahora siento más
el amor de Dios y tengo un deseo ardiente de compartirlo el resto de mi vida, porque ‘una vez misionero, siempre misionero’ ”.
Este 2024 será un año muy especial para el Ministerio Joven. Del 29 de mayo al 1º de junio se desarrollará en Brasilia la Convención Joven Maranata, con la participación de 20.000 dirigentes de toda Sudamérica. Será una gran celebración de lo que Dios ha hecho a través de los jóvenes en América
del Sur, así como también un tiempo para aprender y desafiar al liderazgo para el nuevo programa de discipulado juvenil.
El sentir de los jóvenes se resume en las palabras de Crislaine Ferreira: “Maranata, para mí, es un llamado: algo que solamente pueden entender aquellos que conocen el amor de Jesús. Participar en la convención es fundamental para fortalecer no solo el Ministerio Joven, sino a mí misma. Estoy
encantada de poder contribuir y aprender, con el objetivo de ayudar a muchas personas a seguir el camino de Jesús. Mis expectativas no son solo ayudar a los jóvenes, sino también adquirir conocimientos prácticos que aceleren nuestro compromiso con la misión”.
Nuestra inmensa gratitud a todos estos jóvenes por haber vivido una experiencia misionera que deja huellas permanentes de salvación y servicio en ellos, en las iglesias y en las comunidades.
Por eso, me uno a lo expresado por Elena de White: “Mi oración es que Dios nos ayude a trabajar unidos y como jamás lo hemos hecho. Existe la necesidad ahora de gente que sea fiel como Caleb, gente cuyas voces se escucharán con notas claras y resonantes, diciendo con respecto a la herencia inmortal: ‘Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros’ (Núm. 13:30). Necesitamos ahora la valentía del fiel siervo de Dios de antaño. Ni una sola nota vacilante e incierta debe salir de las trompetas de los atalayas. Debemos ser fieles a la obra sagrada y solemne que nos ha sido confiada y conducir al rebaño de Dios en las sendas de rectitud hacia adelante, hacia arriba, hacia la victoria” (Sermones escogidos, t. 1, p. 103).s
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