¿Cómo hacer frente a una sociedad hipersexualizada?

La hipersexualización es la obsesión por resaltar los atributos sexuales por encima de todas las demás cualidades que pueda tener un individuo. Esta tendencia no se ha logrado a través de investigaciones científicas o datos empíricos que demuestren la importancia del erotismo en la sociedad. Nada de eso. Este fenómeno se atribuye a influencias culturales como el cine, la literatura, la moda y el arte, que son potenciadas por la tecnología de diferentes formas.

Veamos:

1-La disponibilidad de Internet ha facilitado el acceso a una amplia gama de contenido sexual explícito, desde pornografía hasta material erótico, de manera más rápida y discreta que nunca. Esto puede llevar a una mayor exposición y consumo desde la propia niñez, sin haber buscado intencionalmente encontrarse con dicho contenido.

2-La música popular contiene letras explícitas que abordan temas sexuales de manera gráfica o provocativa. Los videos musicales presentan imágenes sexualizadas. Los artistas muchas veces utilizan su imagen corporal y su sexualidad como parte de su imagen pública. Los ritmos y las melodías sensuales pueden evocar una respuesta emocional que se asocia con la sexualidad.

3-Las series de televisión y las películas han incluido escenas de sexo explícito o sugerente y vienen acompañadas de un diálogo continuamente erótico. Esto ha normalizado la representación gráfica de la sexualidad y la percepción que se tiene de esta, influyendo en la comprensión de lo que es normal o esperado en términos de actividad sexual, el estilo de vida y hasta la moda. Además, la atención mediática a las vidas personales de celebridades, incluyendo detalles íntimos y sexuales, ha sido explotada por la industria del entretenimiento. Esto crea una cultura de interés en el aspecto sexual de la vida de las personas famosas. Ni hablar de libros y podcast de contenido sexual, que crecen exponencialmente cada día que pasa.

4-Las redes sociales han permitido a las personas compartir imágenes y contenido personal, lo que ha llevado a una cultura de autopromoción sexual. Las personas a menudo publican fotos sexualizadas de sí mismas en busca de atención y validación. Y a la vez estamos, consciente o inconscientemente, en una constante comparación. Además, facilitan las conversaciones sexuales a través de todo tipo de aplicaciones de mensajería.

5-Las empresas utilizan la tecnología para crear campañas publicitarias altamente sexualizadas. Los anuncios en línea, las redes sociales y diferentes aplicaciones, a menudo, utilizan imágenes sexualmente sugerentes para promocionar productos o servicios.

¿Logras ver cómo cada área de nuestra vida se ve influenciada por la hipersexualización?

Las consecuencias de esto son evidentes: insensibilización hacia la sexualidad, presión para cumplir con estándares corporales irreales, objetivación y cosificación, influencia sobre las relaciones y la intimidad, exposición temprana de niños y adolescentes, impacto en la intimidad y las relaciones reales, dificultades en la construcción de la autoimagen y la identidad sexual, consumismo y superficialidad, trastornos mentales y físicos, y adicciones.

La hipersexualización constituye un gran desafío para toda familia de la iglesia; por eso, quiero compartir contigo tres recomendaciones:

1-Desarrolla una comprensión bíblica de la sexualidad a fin de tener una visión saludable en cuanto a esta. La sexualidad es un regalo de Dios para ser utilizado en la forma, el contexto y por las razones correctas. Busca el consejo de los dirigentes de la iglesia y adquiere materiales que como Iglesia Adventista preparamos alrededor de este tema, para seguir capacitándote.

2-Evita la exposición intencional a contenido sexual explícito. No podremos aislarnos, pero por lo menos, en lo que esté bajo nuestro control, debemos evitar la exposición a contenido sexual explícito en Internet, series, películas, libros, podcast, músicas y redes sociales que van moldeando nuestros pensamientos. Incluso en las conversaciones de las que participamos.

3-Ora a Dios por sabiduría y fortaleza para resistir la tentación.

Bajo ningún punto de vista debemos conformarnos a las cosas o las costumbres de este mundo. Al contrario, el consejo bíblico es: “Transfórmense mediante la renovación de su entendimiento, para que puedan comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Rom. 12:2).