¡Seamos instrumentos de Dios en este 2023!

Dizzy Gillespie (1917-1993), uno de los mejores trompetistas de la historia, era conocido por tocar con una trompeta torcida. Sí, la parte de donde provenía el sonido apuntaba hacia arriba en un ángulo de 45 grados, algo no habitual para una trompeta. ¿Por qué usaba así este instrumento? Por causa de un accidente involuntario, su trompeta se cayó y se averió. Más allá de esto, notó que el sonido salía muy bien y que, además, podía visualizar mejor la partitura. Desde entonces, decidió que sus trompetas se adaptarían a este diseño único.

En la Biblia, las trompetas juegan un papel destacado y variado. Son un llamado a:

Entrar: Convocar a celebraciones como la Pascua (Lev. 23:24). El propósito de este llamado era tener comunión con Dios. Todos pueden formar parte del pueblo de Dios, unidos en la verdad y la celebración.

Actuar: Movilizar al campamento y conducir al pueblo (Núm. 10:1, 2). Era un sonido que llamaba a la acción. No podemos permanecer inactivos o detenidos. Cuando Dios nos llama, debemos actuar. Tenemos sus palabras y sus mandamientos como guías.

Estar alerta: Advertir del peligro (Núm. 10:9). Estamos en medio de la guerra espiritual: el Gran Conflicto. Debemos escuchar y seguir el verdadero mensaje que emana de los escritos inspirados.

Recordar: Todo el pueblo se reunía para alabar a Dios (2 Crón. 5:13, 14). Pertenecemos a Dios. Somos su propiedad por derecho de creación, sustentación, redención y adopción. Las deudas en efectivo pueden y deben pagarse, pero las deudas de gratitud duran toda la vida.

Adoración por la eternidad: “Porque el mismo Señor descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes, a recibir al Señor en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tes. 4:16, 17). “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo fuertes voces en el cielo que decían: “El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y reinará para siempre jamás” (Apoc. 11:15).

Sí, las trompetas darán a los redimidos la señal de adorar a Dios para siempre. “El Gran Conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el Universo está limpio. Una misma pulsación de armonía y júbilo late a través de la vasta Creación. Del Ser que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más grande, todas las cosas, animadas e inanimadas, declaran, en su belleza sin mácula y en gozo
perfecto, que Dios es amor” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 737).

Hoy Dios nos llama a entrar en comunión con él, a movilizarnos y actuar, a estar alerta, a recordar, a vivir con alegría, gratitud, compromiso y fidelidad. Somos llamados a ser fieles centinelas que predican el mensaje con claridad y precisión.

Somos instrumentos en las manos de Dios, imperfectos como la trompeta de Gillespie. Y así como él ejecutaba en una trompeta torcida, Dios puede usarnos –a pesar de nuestros errores y defectos– y sacar lo mejor de nosotros.

Ha llegado el año 2023. “Ahora debe oírse a lo largo de toda la línea la voz del centinela […]. La trompeta debe producir una nota certera porque estamos en el gran día de la preparación del Señor. Hagan resonar la alarma en todo el país. Digan a la gente que el día del Señor está cerca y que se ha aproximado con mucha prisa. Nadie quede sin amonestar […]. Tenemos amonestaciones que debemos dar ahora, tenemos una obra que debemos realizar ahora, porque pronto será más difícil hacerlo de lo que nos imaginamos” (Elena de White, El evangelismo, pp. 220, 221).

Con la mano en el corazón, invito a los hermanos y a los líderes a consagrar su vida a Dios; a la iglesia, a vivir fielmente; a las nuevas generaciones, a tocar la música del Señor; a los que están lejos de Jesús, a volver a él. Y a todos, a tocar la trompeta con un sonido certero y urgente. RA

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STANLEY ARCO, pastor adventista y presidente de la División Sudamericana.