La Fiesta de los Tabernáculos y el Día del Señor.
Entre los libros proféticos del Antiguo Testamento encontramos que existe solo una referencia a la Fiesta de los Tabernáculos (descrita tanto en Éxodo como en Deuteronomio como el cierre del año litúrgico de Israel). Esta referencia se encuentra en Zacarías 14:16 al 21. Las referencias a las fiestas del Señor en el Antiguo Testamento son importantes y delinean diferentes momentos del plan del salvación y la obra del Mesías en favor de la humanidad caída. Así, la Fiesta de los Tabernáculos apunta a un momento en la historia de gran importancia en el cronograma profético/tipológico del Antiguo Testamento.
Existían tres fiestas en las que los israelitas debían ir a Jerusalén para celebrarlas.
1-La Fiesta de la Pascua. Esta celebración apuntaba a la provisión del cordero como elemento liberador del pueblo de Dios.
2-La Fiesta de la Expiación. En esta ocasión se vislumbra el juicio y el perdón ofrecido por el Señor en favor de su pueblo. Esta fiesta representaba el punto culminante de la obra divina en favor del ser humano.
3-La Fiesta de los Tabernáculos. Este hecho también era uno de los tres momentos en los que se esperaba un peregrinaje hacia Jerusalén. Durante esta celebración, el pueblo de Dios debía vivir en tiendas, carpas o cabañas durante siete días, luego de haber celebrado el Día de la Expiación (Lev. 23:33-36, 43).
Es interesante que Zacarías, a diferencia de otros pasajes en los que se describe la Fiesta de los Tabernáculos, menciona esta fiesta en el contexto del Día del Señor. Además de esto, existen otros elementos que nos permiten comprender la naturaleza tipológica de este festival. Así como el Nuevo Testamento nos habla de la naturaleza tipológica de la Pascua (1 Cor. 5:7) y del Santuario terrenal y sus ritos como una sombra de Cristo (Heb. 8:1-5; Col. 2:16, 17), Zacarías nos presenta datos importantes para establecer de manera directa la relación entre la Fiesta de los Tabernáculos y los eventos del tiempo del fin.
En este sentido, el primer elemento importante para comprender la naturaleza de la Fiesta de los Tabernáculos se encuentra en Zacarías 14. En este capítulo se describe la victoria de Dios sobre las naciones teniendo como marco contextual el Día del Señor (Zac. 14:1-5). Pero la victoria del Señor no es el cierre de los eventos narrados en Zacarías.
El profeta presenta luego las consecuencias de dicha victoria divina. Zacarías 14:9 muestra que, como resultado de esta victoria, el Señor será el único rey y no habrá otro. Esto implica el establecimiento del Reino de Dios, descrito como un reino de paz (Zac. 14:11).
Al leer también Zacarías 14:16, se evidencia un segundo aspecto clave: las naciones que sobrevivan a la batalla del Día del Señor vendrán a adorar a Dios. De hecho, estos sobrevivientes son descritos también como el remanente. Por lo tanto, tras la batalla que sucede en el contexto del Día del Señor, el remanente (compuesto por los sobrevivientes de Israel y de las naciones) adorará al Señor celebrando la Fiesta de los Tabernáculos. Esta es una imagen de la adoración universal que sucederá en el Cielo.
Un tercer elemento importante en Zacarías 14 es la descripción de Jerusalén como centro de adoración (incluso con elementos similares al huerto del Edén). Zacarías 14 sostiene que saldrán aguas de Jerusalén hacia el este y el oeste (vers. 8). Esta descripción de Jerusalén se asemeja a la descripción del Edén en Génesis 2:10, de donde salen las aguas. Esto implica que Jerusalén y el Monte del Señor se convierten en el centro del Reino de Dios.
De esto modo, es posible evidenciar aquí una verdad fundamental: Zacarías 14 presenta el retorno al principio. El pecado hizo que el Jardín del Edén dejara de ser el centro de adoración, para que luego aparecieran otros lugares de falsa adoración. Zacarías vislumbra el retorno al ideal de Dios, cuando Jerusalén y el Monte de Sion se convierten en el único centro de adoración de la humanidad.
Finalmente, y no menos trascendente, en la descripción de la Fiesta de los Tabernáculos se enfatiza la importancia de la santidad. Zacarías 14:20 menciona que las campanas de los caballos —un elemento de uso común— tendrán la inscripción “Santidad al Señor”. Según Éxodo y Levítico, esta frase es propia del Santuario y del sumo sacerdote. ¿Por qué hora está en los equinos? La respuesta nos invita a la consagración: hasta los elementos más comunes de la nueva realidad se caracterizarán por la santidad a Dios. Incluso los utensilios de cocina son descritos como “santidad al Señor”. Esto indica que la nueva realidad del reino universal y de paz del Señor se caracteriza por la santidad que hay en él. Esto se debe a que la victoria obtenida por Dios pone fin al pecado y la muerte, y establece un reino donde la santidad finalmente es restaurada.
Zacarías nos invita a anhelar ser parte de la Fiesta de Tabernáculos escatológica, ocasión en que el Señor establecerá su reino de paz y santidad en el Cielo. Busquemos ser parte del reino eterno de Dios, que está a las puertas.
¡Maranata!
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