SÁBADO: ¿SEMANAL O LUNAR?

19 agosto, 2021

¿Guardamos el día de reposo correcto?

Existe una teoría que afirma que el verdadero día de reposo no es el semanal, sino el lunar. Entonces, quienes guardan el semanal están observando un día incorrecto. Veamos los argumentos de esta teoría a la luz de la Biblia y de la Historia.

El ciclo de fiestas ceremoniales

Primero necesitamos comprender cómo funcionaba el calendario lunisolar en Israel. Por orden de Dios, las fiestas religiosas de Israel se celebraban a lo largo de un calendario de doce meses. Un mes hebreo era el espacio comprendido entre una luna nueva y la otra, un período de 29 o 30 días. Según los sabatistas lunares, el verdadero sábado se regía por este calendario que marcaba las fiestas, y debía ser cada séptimo día después del inicio del mes lunar. Así, el primer día de luna nueva sería sábado, y luego los días 8, 15, 22 y 29. Como los meses lunares eran de 29 o 30 días, estos sábados se irían desplazando a diferentes días de la semana durante el año. Algunas veces este “sábado” caería en jueves, martes y viernes.

El problema es que, si bien las fiestas ceremoniales hebreas se regían por el calendario lunar (Lev. 23:4-44), esto no sucedía con el sábado, que debía observarse cada séptimo día de la semana, y no en una fecha basada en el inicio del mes lunar (Éxo. 20:8-11; 31:15; Lev. 23:3; Deut. 5:12). En la Biblia no existe ninguna declaración en la que se indique que tendrían que observar el sábado después de la luna nueva, sino que este siempre aparece como el séptimo día de una semana que empezó en la Creación (Gén. 2:1-3). Por lo tanto, estas personas confunden el sábado con las fiestas ceremoniales.

El ciclo semanal

Los defensores del sábado lunar también afirman que el calendario gregoriano, que usamos, no está en armonía con el calendario bíblico, y que las semanas que se usaron en los tiempos bíblicos estaban basadas en el calendario lunisolar. Además, afirman que los judíos perdieron su costumbre del sábado lunar cuando Roma impuso su semana pagana con el ciclo semanal que conocemos hoy.

Sin embargo, aquí existen dos errores. En primer lugar, como ya se dijo, la semana proviene de la Creación (Gén. 2:1-3), y no tiene relación con los movimientos de la Luna. En segundo lugar, no es cierto que los judíos perdieron su calendario para adoptar la semana romana. En realidad, existe evidencia de que fueron los romanos quienes abandonaron su semana de ocho días y adoptaron la semana de siete por influencia judía (véase Flavio Josefo, Contra Apión 2:40). Para el siglo I, el historiador Suetonio se refería al séptimo día como sábado, según la terminología judía, aunque en latín: “El gramático Diógenes, que solía dar conferencias todos los sábados [latín: sabbatis] en Rodas, no admitía a Tiberio cuando venía a escucharlo un día diferente, sino que le enviaba un mensaje de un esclavo suyo y lo dejaba fuera el séptimo día” (La vida de Tiberio 32:2). Textos como estos indican que los judíos jamás corrompieron su ciclo semanal, sino que más bien fueron ellos quienes lo transmitieron a los romanos.

En todas las reformas que sufrió el calendario, jamás se alteró el ciclo semanal. Por ejemplo, cuando Gregorio XIII (s. XVI) actualizó el calendario juliano, que tenía diez días de atraso en relación con el ciclo solar, pasó del  jueves 4 de octubre al viernes 15 de octubre de 1582. Es decir, actualizó la fecha del calendario sin alterar el ciclo de los días de la semana.

En síntesis, no existe base para la teoría del sábado lunar. El ciclo semanal no ha tenido ningún cambio desde que Dios lo dio en la Creación. Por lo tanto, estamos guardando el mismo sábado que guardaron el pueblo de Israel, Jesús y los primeros cristianos.

Al respecto, Elena de White dice: “Así como el sábado, la semana se originó en la Creación, y fue preservada y transmitida hasta nosotros a través de la historia bíblica. Dios mismo dio la primera semana como modelo de las sucesivas hasta el fin de los tiempos. Como las demás, consistió en siete días literales” (Patriarcas y profetas, p. 102; énfasis añadido).

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2 Comentarios

  1. Noe Valdez

    Muy buena la explicación, sin embargo necesito un poco mas de información sobre la existencia del sábado ceremonial.

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  2. Maximo

    A las fiestas judias anuales se les llamaba sábados también, ya que eran días de descanso, la diferencia es que esos sábados ceremoniales eran fiestas que mostraban cual seria la obra del Mesias, eran solo para los judíos, escritas en un libro, puestas al lado del arca del pacto y cuando Cristo vino y les dió cumplimiento, Cololosenses 2 dice que ya nadie te juzgue si no las cumples, porque eran una sombre de lo que había de venir.

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