ANTES DE PUBLICAR

20 junio, 2021

Cinco preguntas que un embajador de Cristo debe hacerse.

La función central de un embajador es ser un representante (ya sea de un país, un equipo, una marca o una idea) ante otros. Y Pablo, en 2 Corintios 5:20, utiliza esta ilustración para mostrarnos la forma en la que debemos vivir, al decir que “somos embajadores en nombre de Cristo”. ¿Lo habías pensado así alguna vez? Te pregunto: ¿vives tu vida como un embajador, como un representante del Reino de los Cielos?

Cuando somos conscientes de esta realidad, nuestra participación en las redes sociales no puede ser ajena a nuestro llamado de representar a Dios en todas las áreas de nuestra vida como embajadores de su reino. Por lo que en esta entrega quiero sugerirte cinco preguntas que deberías realizarte antes de publicar en tus redes sociales, ya sea en una conversación privada, en un grupo, una publicación o un comentario.

1. ¿Jesús publicaría esto en mi lugar? 

¿Enviarías ese mensaje o esa foto? ¿Responderías de esa manera? ¿Usarías ese sticker? ¿Te reirías de esa broma? ¿Mirarías ese video? Cuanto más conozcas a Jesús, mejor podrás saber cómo actuaría él en tu lugar.

2. ¿Cómo me siento? 

No publiques cuando estás bajo emociones intensas porque después te arrepentirás de haberlo hecho. Si estás triste o molesto, si sientes culpa, enojo, ilusión, arrepentimiento o, incluso, felicidad, revisa dos veces antes de publicar, en lugar de responder a tu primer impulso y hacer públicas cosas que quizá no sea necesario compartir o, por lo menos, no de esa manera.

3. ¿Cuál es el objetivo de lo que voy a publicar? 

Cuando te hagas esta pregunta te darás cuenta de que muchas veces estás publicando por motivos equivocados: buscas la aprobación de los demás, buscas mostrarte, eres adicto a la gratificación de los “me gusta” y publicas fotos que sabes que tendrán buen recibimiento o lindos comentarios. Tal vez quieres sentirte amado y, entonces, envías fotos que no corresponden; o quieres sentirte parte de algún grupo y, por ende, lo haces porque todos lo hacen.

4. ¿Estoy pensando en los demás? 

Muchas veces la foto no tiene nada de malo, pero no debes preocuparte solo de lo que posteas, sino también debes pensar en cómo lo verá la otra persona. A veces uno se expone esperando una respuesta del otro lado y termina siendo piedra de tropiezo para el otro, así que piensa en qué sentimientos, emociones o pensamientos causará tu posteo en la otra persona y, si son negativos, piensa dos veces antes de enviar o publicar. Siempre habrá alguien que piense diferente, así que no importa si es en política, fútbol o religión, mide tus palabras y no te metas en lugares de los cuales después te costará salir o donde dejarás un mal testimonio.

5. ¿Le diría esto a la persona si la tuviera cara a cara?

Atrincherados detrás de la pantalla todos tenemos un “coraje” que muchas veces no tenemos cara a cara; entonces somos groseros, sarcásticos (en el mal sentido) o nos sumamos al bullying en los comentarios o en la charla de grupo. Le hablamos mal a una persona porque nosotros nos sentimos mal, transformándonos en haters (odiadores). Así, en lugar de representar a Dios, estamos dejando una imagen deformada de él.

Por eso, antes de publicar, no olvides hacerte las cinco preguntas que te compartí hoy. Recuerda: nuestra participación en las redes sociales no puede ser ajena a nuestro llamado de representar a Dios en todas las áreas de nuestra vida como embajadores de su Reino.

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