EL SÁBADO ANTES DEL SINAÍ

16 febrero, 2021

Un regalo especial y una prueba de fidelidad.

La Biblia afirma que el sábado fue establecido por Dios al final de la Creación (Gén. 2:1-3). Sin embargo, algunos declaran que, aunque el texto dice que Dios lo “guardó”, no hay ninguna prueba de que se lo haya dado al ser humano desde el comienzo; y aseguran que la primera orden para su observancia se dio recién al pueblo de Israel en el Sinaí, miles de años después.

¿Qué día guardó Adán?

Sí, existe evidencia implícita de que el sábado se guardaba en el Edén. En Génesis 2:3, se lee: “Entonces bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”. Dios fue el primero en “reposar” en sábado, y después de haberlo hecho lo “santificó”, acción que significa “apartar para uso sagrado”, o “consagrar”. Entonces, es evidente que Dios estaba separando este día como una conmemoración dedicada a él. ¿Qué sentido tendría hacer del séptimo día un día especial si nadie lo guardaría? Si así hubiera sido, eso significaría que cada semana habría un día “santo”, pero que, durante más de dos mil años y hasta la aparición de Israel, todas las generaciones lo considerarían como un tiempo profano y común, puesto que no estarían obligadas a respetarlo. No tiene sentido. 

Por eso, al reposar en el séptimo día, Dios estaba creando un modelo de conducta para el hombre, y lo “santificó” para que se lo guardara cada semana.

¿Para quién se dio el sábado?

La declaración de Cristo de que “el sábado fue hecho por causa del hombre” (Mar. 2:27) nos remite claramente a la Creación. ¿Cuándo fue “hecho” el hombre? Según Génesis, el hombre fue creado en el sexto día (1:26). Por tanto, lo que Cristo está afirmando es que el sábado fue entregado a la humanidad desde entonces. Que Cristo se remonte a la Creación para aclarar la función original del sábado no es de extrañar, pues cuando defendió el matrimonio (la otra institución establecida en la Creación) también lo hizo así (Mat. 19:3-8).

¿Por qué no hay menciones?

Si ya se guardaba el sábado antes del Sinaí, ¿por qué la Biblia no hace ninguna mención hasta Éxodo 16? De acuerdo con Samuele Bacchiocchi, podrían existir dos posibilidades. Una se basa en que la costumbre de guardar el sábado no se menciona por considerarse demasiado evidente. En la Biblia encontramos un caso semejante, pues tampoco se menciona el sábado desde Deuteronomio hasta 2 Reyes. Este silencio difícilmente pueda interpretarse como una prueba de que no se observara el día de reposo, ya que la primera referencia que rompe este silencio (2 Rey. 4:23) lo hace considerándolo una celebración comúnmente celebrada. 

Por consiguiente, cuando en Éxodo 16 aparece el sábado, no lo hace como una institución nueva, sino como una que ya era conocida por los hebreos. Cuando Dios ordenó recoger la doble porción de maná los viernes (16:22, 23), no explicó por qué el siguiente día era santo, o por qué demandaba un descanso. Era obvio que, aunque Israel no había podido guardar el sábado durante el período de esclavitud en Egipto, no desconocían totalmente la santidad del sábado; solo que necesitaba ser renovada y recordada. 

De hecho, mediante la observancia del sábado Dios iba a probar si eran fieles a su Ley o no (Éxo. 16:4). Cuando algunos desobedecieron, la pregunta divina: “¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandamientos y mis leyes?” (Éxo. 16:28) indica que los transgresores lo hacían con pleno conocimiento de causa.

Desde los albores del mundo

El sábado fue instituido desde el inicio de la Creación como un regalo de Dios para la humanidad. Aunque la Biblia no nos brinda todos los detalles respecto de quiénes lo observaron a lo largo de la historia, existe suficiente evidencia para entender que los hombres fieles lo guardaron desde el comienzo de la raza humana hasta que aparece con claridad como una institución renovada en el recién liberado pueblo de Israel. Entonces, el sábado continúa siendo una prueba de fidelidad para todo aquel que se está preparando para entrar en la Canaán celestial.

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1 Comentario

  1. Carlos Olave Castillo

    Me interesa tener acceso a estos aportes tan importante en mi formación espirirual

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